Hoy se conmemora el Día Nacional de la Fonoaudiología, una fecha establecida que hace alusión al aniversario de la creación de la primera entidad científica fonoaudiológica argentina (1948).
El equipo de Nuevo Diario se contactó con la Lic. Camila Toledo, fonoaudióloga que desempeña tareas en el Centro Educativo y de Rehabilitación Santiago del Estero, para conocer el significado de esta profesión para la sociedad.
“El ser fonoaudióloga es una parte de mi identidad. Es la carrera que elegí para ‘mi ser profesional’, que está en permanente construcción, porque permite ir descubriendo un abanico de posibilidades inmenso: desde el área en el cual actuar hasta la forma en la que uno decide trabajar”, introdujo Toledo.
La fonoaudiología es considerada como una disciplina científica cuyo estudio es la comunicación humana y su manifestación en trastornos de la voz, la audición y el lenguaje.
La demanda de atención es “tanta” -según precisó la licenciada- que “puso al vilo la necesidad de aumentar la cúpula de profesionales”: en rigor, la Federación Argentina de Fonoaudiología inició la campaña “Más fono, más salud”, con el objetivo de incentivar a la elección de la carrera de fonoaudiología.
En alerta
“Los índices nos ponen hoy en alerta, pues entre un 15% y 20% de la población infantil presenta un trastorno del neurodesarrollo, y el 7% de la población infantil un trastorno del desarrollo del lenguaje”, informó la entrevistada.
“Gratificación”
“La mayor gratificación que podemos recibir es saber que hacemos lo que amamos”, respondió Toledo, tras ser consultada por la mayor satisfacción que le provoca su profesión.
Y agregó: “Me permite crecer desde lo pragmático y práctico en una especie de entramado que se teje y coopera con cada una de mis aristas. Al ser una fonoaudióloga que trabaja con personas con discapacidad, todas esas aristas se conjugan permitiéndome tomar un rol activo y buscar siempre el acceso a la vida de calidad para las personas y las familias que requieren de mis servicios”.