El intendente de Monte Quemado, Felipe Cisneros, dialogó con Nuevo Diario durante su participación en la clausura del proceso diocesano de beatificación y canonización de monseñor Jorge Gottau, en la Catedral Metropolitana, y destacó el impacto social, educativo y religioso que dejó el obispo en el norte santiagueño.
El jefe comunal, desde Buenos Aires, calificó el acto como “imponente” y remarcó la masiva asistencia de fieles de distintas localidades. “Es un hecho muy importante para la comunidad santiagueña, especialmente para nosotros en Monte Quemado y el norte de Santiago, porque monseñor Gottau ha tenido mucha acción misionera, comunitaria y pastoral en nuestra región”, expresó.
Más allá de lo religioso
Cisneros subrayó que el legado de monseñor Gottau trasciende lo estrictamente religioso. “Su trabajo no solo se manifestó en llevar el Evangelio y la Palabra de Dios, sino también en acciones comunitarias y sociales que perduran en nuestra comunidad”, indicó.
Entre las obras más significativas, el intendente mencionó la creación de centros educativos, comunitarios y escuelas, así como la llegada de congregaciones religiosas que impulsaron el desarrollo de múltiples programas sociales y educativos.
“Hoy, por ejemplo, el Instituto de Formación Docente N° 6 que lleva su nombre forma a jóvenes profesionales y docentes. También las Hermanas de la Cruz, que llegaron por iniciativa de él, brindan atención médica, psicológica y psiquiátrica, además de ofrecer formación en oficios y servicios educativos”, explicó Cisneros.
Una figura clave en el desarrollo del interior
El intendente remarcó que el aporte de Jorge Gottau fue fundamental para el crecimiento del interior santiagueño, en tiempos en que la presencia estatal era escasa. “La obra de monseñor Gottau no solo está vinculada a lo espiritual, sino a un profundo compromiso con el desarrollo integral de las personas y de sus comunidades”, expresó.
Cisneros también destacó la masiva presencia de fieles llegados desde diferentes puntos de la provincia: “Veo mucha gente de Añatuya, de Monte Quemado, de la Capital. La verdad que estamos contentos de participar de este hecho religioso y también político, porque significa mucho para nosotros”.