Opinión

La polémica de Riestra: marketing por encima del fútbol

La decisión de Deportivo Riestra de incluir como titular al streamer e influencer Spreen en el reciente partido contra Vélez desató una tormenta de críticas y decepción. La jugada, pensada como una estrategia de marketing, terminó causando indignación en el mundo del fútbol argentino y dejó a casi todos insatisfechos. Dirigido por el entrenador Cristian Fabbiani, el debut de Spreen fue un breve espectáculo de ocho segundos que ha dejado una marca de controversia en la Liga Profesional.

Desde los primeros instantes del encuentro, la decisión causó sorpresa y malestar. El influencer fue retirado de la cancha antes de que el partido alcanzara el minuto, justo después de que un compañero cometiera una falta notoria para frenar el juego. Los hinchas y seguidores del fútbol no tardaron en expresar su disconformidad en redes sociales y en medios de comunicación, considerándolo un espectáculo ajeno a la esencia deportiva y perjudicial para la imagen del fútbol argentino. La breve aparición del streamer, diseñada para llamar la atención y captar la mirada de nuevos públicos, tuvo efectos contrarios a los deseados.

 

Divididos entre la decepción y la indignación

Las reacciones no se hicieron esperar. Los puristas del deporte acusaron la movida como "una falta de respeto al fútbol" y "una vergüenza para el campeonato". Incluso surgieron voces pidiendo reformas en el reglamento para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. En cambio, otros espectadores, que seguían el evento con cierto interés en la curiosidad, también se sintieron defraudados. No fue solo el fugaz paso de Spreen, sino también el desperdicio de una ventana de cambios en un partido decisivo lo que generó malestar.

Milton Céliz, capitán de Riestra, dejó clara su postura, subrayando que la jugada de marketing era una decisión que no involucraba al resto del equipo: “Riestra es un club especial. Son cosas de ellos con el dueño y de la gente de Riestra, o tenemos nada que ver”, dijo en diálogo con ESPN. Gustavo Quinteros, director técnico de Vélez, prefirió no opinar al respecto, mientras que Fabbiani defendió el resultado del encuentro y minimizó la controversia: “Sabía todo lo que iba a pasar con Spreen, pero a mí no me afecta”, comentó.

 

Entre apuestas y negocios

La situación también generó sospechas en torno al papel de las apuestas deportivas, dado que varias casas permitieron apostar sobre la presencia de Spreen en el juego, e incluso si habría un cambio en los primeros minutos. Aunque sin evidencias, muchos cuestionaron si la breve aparición del influencer tuvo algún objetivo económico que iba más allá del marketing del club.

Spreen, cuyo nombre real es Iván Raúl Buhajeruk, logró sumar una breve —y controvertida— experiencia en el fútbol profesional, además de su propio perfil en Transfermarkt. Aunque el streamer demostró buen humor y profesionalismo durante las prácticas previas, su paso por la cancha fue tan breve que, para muchos, fue un reflejo de la creciente mercantilización del deporte y de la línea difusa entre la competición y el espectáculo.

El episodio con Spreen será recordado como una anécdota del fútbol argentino, uno que muestra la influencia de las redes y del marketing en los deportes, pero también una demostración de cómo estos experimentos pueden afectar el espíritu competitivo y la autenticidad que los seguidores esperan en un partido.

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