En el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, Nuevo Diario tuvo el privilegio de entrevistar a Alicia Mabel Reynoso, una enfermera santafesina que desempeñó un papel crucial durante el conflicto bélico en las islas del Atlántico Sur. Con una mezcla de nostalgia y determinación, Reynoso compartió sus experiencias como parte del equipo médico que atendió a los soldados argentinos heridos en combate.
"La Fuerza Aérea fue la fuerza que primero convocó a las mujeres para su fila. En el año 1980 convocó a las primeras mujeres profesionales y las incorporó con un grado militar, transformándonos así en las primeras mujeres con grado militar que tuvo la Argentina", recuerda con precisión Reynoso. Su relato nos transporta a aquellos días tumultuosos cuando el destino la llevó junto a otras colegas al Hospital Aeronáutico de Pompeya, en CABA, para enfrentar una realidad inesperada: la guerra con Malvinas.
"Nos sorprendió a todos el tema de la guerra con Malvinas, y como todo militar se nos ordenó desplegarnos hacia el sur", continúa Alicia. "Nos quedamos preparando el hospital, los insumos, esperando la llegada de los heridos. Las enfermeras militares son asistenciales en tiempos de paz y operativas en tiempos de guerra. Estábamos preparadas, o por lo menos nos habían dado una instrucción mediana para saber cómo teníamos que operar".
Con solo veinticuatro años, Reynoso y sus compañeras se encontraron en una situación que desafiaba todas sus habilidades y conocimientos. "Atendíamos en un hangar cuando nos traían los heridos, después pasaban al hospital a completar el tratamiento. Lo que más recuerdo es la valentía de estos soldados, que la guerra los hizo madurar de golpe".
Como era el Hospital de Guerra
La conversación con Alicia se vuelve aún más reveladora cuando aborda el tema del manejo en tiempos de guerra dentro de una enfermería. "Un hospital de guerra es difícil, es todo improvisado. La guerra es el día a día, el minuto a minuto de los que llegan, de los que estamos y de los que parten. Allí se trabajó de una manera leal, genuina".
Reynoso también destaca la importancia de reconocer el papel de las mujeres en este contexto histórico. "En el 2009 levanté la bandera por la visibilidad de la mujer y empecé a hablar y no paré nunca más", afirma con orgullo. "Malvinas nos une. Malvinas nos va a unir de por vida. Esté quien esté en el Gobierno Nacional y piense lo que piense", reflexionó sobre la postura de Javier Milei.
Al abordar la actualidad política, Alicia hace una apelación a la unidad nacional en torno a la causa Malvinas. "Malvinas es una cuestión de Estado que nos tiene que preocupar a todos los argentinos, más allá del político que nos gobierne. Hoy, más que nunca, tenemos que pedir a todos que no permitan que esa llama se vaya achicando".
Las palabras de Alicia Mabel Reynoso resonarán en la memoria colectiva como un testimonio de coraje y resiliencia, pero sobre todo por su coraje y compromiso con la patria. La memoria de los veteranos de Malvinas y su incansable lucha por el reconocimiento de las enfermeras que sirvieron en aquellos días oscuros son un recordatorio de que la verdadera grandeza se encuentra en el servicio desinteresado a la Nación.