El conflicto entre Wanda Nara y Mauro Icardi ha alcanzado un nuevo nivel de preocupación, con la intervención de peritos psicológicos que analizaron el impacto de su disputa en la estabilidad emocional de sus hijas. Según el informe recientemente difundido, ambos progenitores deben someterse a terapia de manera urgente para corregir actitudes perjudiciales para las menores.

Un escándalo que involucra a la Justicia

El incidente ocurrido en el Chateau Libertador, donde un alterado Mauro Icardi protagonizó un episodio que requirió la intervención policial y del SAME, puso en evidencia la gravedad de la situación. Las imágenes viralizadas en redes sociales mostraron la angustia de una de las hijas de la expareja, lo que obligó a la Justicia a intervenir en favor del bienestar de las menores.

Recomendaciones de los peritos psicológicos

El informe pericial, difundido en el programa Lape Club Social (América) por el periodista Mauro Szeta, establece que tanto Nara como Icardi deben recibir tratamiento psicológico. La evaluación indicó que Wanda Nara debe continuar con terapia para trabajar sobre su tendencia a controlar a sus hijas, mientras que Mauro Icardi necesita modificar su comportamiento para evitar actitudes violentas y de amedrentamiento.

Los especialistas también enfatizaron que las hijas de la expareja deben ser guiadas para desarrollar sus propias opiniones, sin reproducir un lenguaje influenciado por los conflictos de los adultos.

Terapia para una parentalidad saludable

Los peritos concluyeron que la terapia ayudará a ambos padres a "flexibilizar posicionamientos y trabajar sobre las conductas disfuncionales de su personalidad" con el objetivo de ejercer una "parentalidad saludable". Además, recomendaron que las menores inicien tratamiento psicológico con un especialista en infantojuvenil con enfoque psicojurídico, dada la complejidad de la situación y la sobreexposición mediática en la que se encuentran.

El informe cierra con una advertencia clara: Wanda Nara y Mauro Icardi deben centrarse en el bienestar de sus hijas y no en sus propios intereses. "Es fundamental devolverles su lugar protagónico en el mundo, escuchar sus necesidades y evitar su sufrimiento por el involucramiento en problemas que son responsabilidad de los adultos", concluye el documento.

La situación continúa en manos de la Justicia, mientras se espera que ambas partes acaten las recomendaciones de los especialistas para garantizar la estabilidad emocional de sus hijas.