La Provincia

Más de 20 años construyendo figuras sagradas y veneradas por los santiagueños

La fiesta grande de Mailín es una de las grandes tradiciones y eventos que convoca a miles de personas en el interior de Santiago del Estero. La fe y las creencias son parte clásica de nuestras raíces, por ello hay personas que encontraron una veta laboral y económica en la elaboración de figuras de santos en yeso. Generaron un negocio interesante, que hasta hoy en día sigue perdurando.

René Reynaga vive en el barrio General Paz de ciudad Capital y hace aproximadamente 30 años que inició el camino junto a su esposa, como colaboradores de quienes les enseñaron a vender estas figuras sagradas en yeso.

Con el tiempo, comenzaron su propia fabricación y armaron su taller, en el domicilio, desde donde continúa él trabajando hace 20 años, ya con la ausencia física de su esposa que falleció hace 8 años.

“Está difícil la situación de la venta, pero vamos tratando de sobrellevar la realidad que nos toca. Ahora, vamos a ver si podemos viajar a Mailín, ahí hay mucha gente y las pocas veces que fuimos nos fue bien. Se necesita un dinero en inversión si tienes que ir y quedarte, ya sea pensar los recursos de movilidad, estadía y otros factores del manejo allá en el lugar”, expresó.

Este trabajo, oficio, también es un arte y René agradece haber podido aprender estas herramientas y este manejo, gracias al haber visto a sus amigos y a su esposa estar en el mismo camino.

Inicios

A fines de la década del 90, René y su esposa conocieron a unos amigos que ya vendían algunas figuras en yeso, y juntos comenzaron a viajar a Mailín, donde reafianzaron la amistad.

Luego, René y su esposa aprendieron el oficio y comenzaron a vender por su parte. Habían encontrado un gran nicho de negocios.

Y así fueron ganando espacio y un lugar en la memoria de la gente. “Pero el oficio y el trabajo permanentes siempre están, por más de que la vida sea dura, hay que seguir levantándose. Hay que seguir hacia adelante. Actualmente no es muy conveniente que las santerías compren las figuras, porque les conviene más hacerlas. Pero, una vez cada tanto hay encargos que son prioridades. Trabajos específicos”, dijo, tales como la figura de la Santa Mama Antula que “actualmente están pidiéndola mucho. Y hay de diferentes tamaños, de 14 centímetros, de 20 o 25 centímetros. Y las más grandes como de 60 centímetros y hasta de un poco más de un metro.

Actualidad

Don René Reynaga, con la ayuda de sus amigos y de sus hijos, emprenderá viaje el próximo 12 de mayo para la fiesta grande de Mailín.

Vive solo en el barrio General Paz y sus dos hijos varones trabajan en Buenos Aires, en un hotel.

A su vez, comentó que seguirá trabajando en ello y sigue aprendiendo cada día.

El proceso de armado

Este arte de esculpir y representar la esencia de las figuras sagradas, de santos, no es nada fácil. René indicó que es todo un proceso que requiere de muchos cuidados y precisión porque las figuras, una vez que salen del molde pueden resquebrajarse o deshacerse todo el trabajo ante un mal movimiento.

Al visitar su taller, en su mismo domicilio, mostró de qué manera trabaja y cómo es el proceso de este arte. Primeramente, es el arte de la escultura, por lo que todo inicia al copiar una figura en un material desde una copia o dibujo en papel. Luego se da el molde negativo en un material de goma que sirve para sacar las figuras en serie, es decir hacer el proceso varias veces y generar varias copias de una Mama Antula por ejemplo en unas pocas horas.

“Todo depende del tamaño, de los detalles y complejidades que requiere la figura. Hay figuras que ya tengo modelos hechos en todos los tamaños, desde los más pequeños (figuras de 14 centímetros), pasando por las más comunes (de 19 o un poco más de centímetros)”, describió.

En su taller tiene más de 20 moldes de distintos santos y figuras sagradas, tales como San Expedito, Virgen María, Santa Mama Antula, entre otras tantas muy veneradas en Santiago.

Oficios con historia

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