Con tan solo 15 años, Narella Abregú, oriunda de Villa Robles, ya se perfila como una prometedora figura en el mundo del fútbol. Actualmente, brilla en las filas del Club Atlético Mitre y, en una entrevista exclusiva, compartió en primera persona cómo vive esta apasionante realidad deportiva, sus sueños y anhelos.

"Empecé a jugar al fútbol a los 8 años por mi mamá. Ella tenía un equipo de fútbol de mujeres y, bueno, me dejaba jugar con ellas. Me ponía muy poco tiempo porque era muy pequeña, pero para mí era más que suficiente", relató Narella sobre sus inicios.

Su formación temprana no estuvo exenta de desafíos: "Luego empecé a jugar junto a varones. Era raro ver a una niña entre los varones. Ahí aprendí muchas cosas, como a jugar un poco más fuerte para estar en el mismo lugar que ellos, a patear con más fuerza y a poner mi cuerpo más firme para que no me golpearan. Recibí patadas, golpes y muchos choques. Después de eso, empecé en una escuelita de fútbol en Santiago llamada Titiritas. La escuelita era solamente para niñas. Si bien el fútbol no era lo mismo a lo que estaba acostumbrada, seguía siendo fútbol. Con ellos aprendí lo que un buen futbolista necesitaba, entre eso el compromiso, disciplina y dedicación".

El camino de Narella la llevó de su pueblo a la capital: "Empecé a jugar en un equipo de mi pueblo que se llamaba Club Social y Deportivo Villa Robles. Junto a ellas, empecé a jugar en las ligas santiagueñas. Fue el primer equipo con el que empecé jugando en primera división teniendo 14 años; jugué con ellas todo un año. Después de ese año, fui a las pruebas de Club Atlético Mitre y quedé. Con ellas empecé jugando en reserva con chicas de mi edad; jugué 3 o 4 partidos con las chicas de reserva y me subieron a primera división".

Consultada sobre sus preferencias en el campo de juego, Narella detalló: "En las canchas de 8 jugadores me gusta jugar de volante por las orillas y en las canchas de 11 me gusta jugar atrás de 2 o de 6".

Recordando su debut en primera división, la joven promesa confiesa: "La verdad fue algo muy lindo. En mi primer partido estaba un poco nerviosa porque era muy chica y estaba jugando con chicas más grandes y con más experiencia que yo".

Entre sus momentos más memorables, Narella destaca: "Con el club, el momento más memorable es cuando salimos campeonas con las chicas de reserva el año pasado (Torneo del Interior Clausura 2024). Y de mi vida como futbolista, es cuando mi mamá me lleva a entrenar o cuando van mis padres a ver jugar en mis partidos, ya sean importantes o no, pero tan solo la presencia de ellos me motiva un montón".

Con una mirada firme hacia el futuro, Narella no duda en afirmar: "Me encantaría dedicarme profesionalmente al fútbol, la verdad que sería una oportunidad muy grande". Su historia es un testimonio de pasión, esfuerzo y el poder del apoyo familiar en la construcción de un sueño deportivo.