Una vecina de la capital hizo pública una indignante situación vivida a bordo de un colectivo de SAETA, más precisamente en el servicio Troncal Norte-Sur, que, según ella, es utilizado en su mayoría por estudiantes universitarios.
La denunciante relató que subió al colectivo durante la mañana y se encontró con todos los asientos ocupados por jóvenes, ninguno de los cuales tuvo el gesto de ceder su lugar. Lo más grave del caso es que la mujer se encuentra recién operada de la columna y, aun así, debió viajar de pie durante todo el trayecto.
"Hoy quiero expresar un malestar que viví esta mañana en el colectivo Troncal que circula de norte a sur. Todos los asientos estaban ocupados por jóvenes, y ninguno fue capaz de ceder su lugar. "Lo más indignante es que muchos de ellos ni siquiera pagan el boleto, mientras que nosotros, los trabajadores que sí lo hacemos, viajamos de pie", expresó.
La pasajera también cuestionó el tipo de formación que están recibiendo los futuros profesionales del país: "¿Dónde queda la empatía, el respeto por el otro?", se preguntó. "Es una situación injusta y preocupante".
Su mensaje generó revuelo entre los lectores y reabrió el debate sobre la educación en valores, la solidaridad en el transporte público y el respeto hacia las personas con necesidades especiales o mayores.