Un cabo de Policía persiguió a su expareja y la amenazó para que no lo denuncie, e incluso —según la víctima— el acusado ingresó a la comisaría y la amenazaba delante de sus colegas, razón por la cual desde fiscalía se le impuso una perimetral.

Sin embargo, el funcionario policial incumplió la prohibición de acercamiento y todo tipo de contacto con su ex, presentándose en su casa para retirar el pantalón del uniforme que había dejado allí. La mujer le pidió que se fuera y le dijo que ya le enviaría la prenda con un cadete.

El efectivo policial se enojó y comenzó a empujar la puerta, hasta que logró ingresar al inmueble para aplicar un golpe con el antebrazo a la mujer, quien comenzó a gritar pidiendo auxilio.

El pedido de ayuda fue escuchado por el abuelo, quien acudió rápidamente hasta donde estaba la víctima y le exigió al inculpado que se retirara.

La damnificada relató que el 19 de abril último había radicado denuncia en la Comisaría Comunitaria Nº 51 en contra de su expareja, acusándolo de haberla amenazado, y dijo que tras el último hecho —ocurrido el viernes pasado— no quería ir a dicha dependencia a denunciar, aseverando que la vez anterior el acusado la siguió hasta esa sede policial para pedirle que no lo denuncie, y en presencia de sus colegas siguió amenazándola.

Anoticiada del hecho ocurrido el viernes pasado, la fiscal Cecilia Gómez Castañeda solicitó a la jueza de Género en turno que ordene detener al policía acusado, lo cual ya se cumplimentó.