El Autódromo Enzo e Dino Ferrari de Imola aparece como una opción ideal para que se concrete la vuelta de Franco Colapinto a la Fórmula 1. Todo indica que allí estará el 16, 17 y 18 de mayo para correr el GP de Emilia-Romaña.

Mientras reconocidos medios europeos como L'Equipe ya aseguran que Alpine reemplazará a Jack Doohan para la próxima fecha del Mundial tras seis carreras con mucha más pena que gloria, el argentino se frota las manos.

Y este circuito histórico, recordado por la tragedia de Ayrton Senna, le sentaría bien por tener margen de error. Tiene buenas vías de escape y está lejos de la exigencia que supone un callejero como Arabia Saudita, Miami o incluso Australia.

Allí, un mínimo despiste representa en la mayoría de los casos un fuerte golpe contra la pared, mucha destrucción del auto y un gasto importante que pega de lleno en los ajustados presupuestos. Doohan lo sufrió en carne propia.

A su vez, Imola es para Colapinto un trazado conocido y que le dio alegrías. Un año atrás, allí ganó su única carrera de Fórmula 2 con un sobrepaso brillante en la primera curva de la última vuelta ante Paul Aron.

En mayo de 2024, el pilarense dejó atrás al hoy también piloto de reserva de la escudería francesa. Esa maniobra, entre otras, lo puso en boca de todo el paddock y a la larga desembocó en su chance en la F1 con Williams.