“Que su alegría sea también nuestra alegría y la de todo el pueblo de Dios”, expresó el obispo de la ciudad de Añatuya, José Luis Corral en diálogo exclusivo con el Multimedio. En referencia a la primera misa que oficiará el cardenal Bokalic hoy en Santiago del Estero, luego de haber regresado de Roma.

“En esta misa del domingo 22 de diciembre en la Catedral Primada de la Arquidiócesis de Santiago del Estero, tendremos la ocasión de saludar al nuevo cardenal, mi hermano Monseñor Vicente Bokalic. Ciertamente, este es un acontecimiento de gracia para la Iglesia argentina en general y santiagueña en particular, que, de alguna manera, se ha visto reconocida en el nombramiento del nuevo cardenal. Ser cardenal es ´una gracia del Señor´, tanto para la persona designada como para toda la Iglesia vinculada a su ministerio y bajo su pastoreo”, expresó.

A su vez, siguió: “El servicio de cardenal, por lo tanto, no lo recibe a título personal, sino en nombre de todos y cada uno de nosotros, de mis hermanos obispos, de los sacerdotes, de los miembros de la vida consagrada y de todos los hombres y mujeres laicos que anuncian el Evangelio con pasión, creatividad y audacia”.

“Los obispos del NOA, de las 11 diócesis de la región, nos convocaremos allí junto con otros sacerdotes, laicos y miembros de la vida consagrada porque queremos compartir la alegría de esta buena noticia y celebrar una Solemne Eucaristía de acción de gracias presidida por el nuevo cardenal. Será un buen momento, sin duda, para saludar al nuevo cardenal, encontrarnos con él y expresarle nuestros sinceros deseos de que esta nueva misión ayude a nuestra Iglesia a renovar su compromiso misionero evangelizador en todos los ambientes y sectores de nuestra sociedad”, sostuvo.

Asimismo, Corral también agregó: “El Señor encomienda a los fieles en este tiempo, pronto a iniciar el Año del Jubileo 2025, a ser peregrinos y mensajeros de esperanza en el mundo de hoy. Que esta Navidad nos reavive la esperanza, para no dejarnos ganar por la inercia o el desánimo, para no bajar los brazos y volver a confesar que nuestra esperanza es Jesucristo, y no será defraudada. Nuestro pueblo, que cree en su Palabra, lo ama apasionadamente y lo testimonia sin temor y con gran caridad aún em omentos difíciles como los que estamos atravesando”.

“Agradecemos al Papa Francisco por su cercanía y confianza en un obispo de nuestra tierra, y a todos los hermanos de ambas diócesis por la oración y el compromiso de continuar con la misión evangelizadora”, remarcó.