Por un costado del Instituto Nacional de Patología Forense en Santo Domingo, entran y salen los vehículos que se llevan los cuerpos de las víctimas de una de las peores tragedias de los últimos años en República Dominicana.
Con los brazos en el portón automático de metal, una mujer mira impotente cómo algunos consiguen llevarse los cuerpos de sus familiares y ella aún sigue esperando que le entreguen a su sobrina.
"¡Queremos que nos entreguen nuestros muertos!", grita impotente y furiosa, cansada de esperar noticias. Cuenta que su sobrina estaba celebrando una fiesta de cumpleaños en la discoteca Jet Set, cuando todo se vino abajo.
Gloria García tiene rabia porque se ha conseguido una ambulancia para llevarse el cuerpo que, según dice, fue identificado el primer día de la tragedia, pero aún no se lo entregan. Le han explicado que debe esperar los resultados de la autopsia y los procedimientos reglamentarios de rigor para poder llevarse a su querida Carla Miguelina.
Con información de BBC