Este jueves se conmemora en toda la provincia el Día de la Cultura Quichua, una fecha establecida por la Legislatura santiagueña en homenaje al músico, cantor y promotor del quichua Sixto Palavecino, al recordarse un nuevo aniversario de su fallecimiento, ocurrido el 24 de abril de 2009.
Nacido el 31 de marzo de 1915 en Barrancas, Don Sixto fue un referente indiscutido de la cultura popular santiagueña, que dedicó su vida a la difusión de la lengua madre de nuestra tierra a través de su música, su palabra y su incansable trabajo comunitario.
Autodidacta y comprometido con su identidad, Palavecino se definía a sí mismo como violinero, diferenciándose de quienes habían estudiado formalmente el instrumento. “El violinista estudió, el violinero nació con el violín en las manos”, solía decir con orgullo.
Entre sus obras más destacadas se encuentran verdaderos himnos de la identidad provincial como “Dulzura quichua”, “La callejera”, “Folklorear”, “Changuitos de mi tierra”, “Lamento de chacarera” y “Telesitapaj”, entre muchas otras.
A lo largo de su trayectoria, Don Sixto no solo dejó un legado artístico invaluable, sino también un testimonio profundo de amor por la cultura ancestral, que hoy sigue vigente gracias a su obra, a sus enseñanzas y al trabajo de quienes continúan promoviendo el quichua como lengua viva.
La fecha, instituida por ley provincial tras su fallecimiento, busca revalorizar el idioma quichua y celebrar la riqueza cultural que representa en el acervo santiagueño y nacional. Hoy, instituciones educativas, organizaciones culturales y comunidades originarias recuerdan con emoción a este gran referente de nuestra tierra, cuyo legado sigue siendo bandera de identidad y resistencia cultural.