La Provincia

"Siempre defendió derechos de niños y jóvenes con discapacidad"

La comunidad de la escuela especial Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en ciudad Capital, rindió ayer homenaje a Graciela Juárez de Sassano, exdirectora de la institución que falleció el miércoles pasado.

"Nuestra comunidad educativa despide con profundo dolor a la Sra. Graciela Juárez de Sassano, quien por muchos años fue directora de la institución y dejó huellas imborrables de solidaridad y vocación de servicio para todos. Hoy y por siempre estará en el corazón de todos los que formamos nuestra querida escuela", expresaron desde la institución vía redes sociales.

Testimonios

El equipo de Nuevo Diario se comunicó con Rita Mánquez, vicedirectora de la escuela e intérprete en lengua de señas, quien aportó: "Ha sido una directiva que nos ha impulsado siempre a trabajar brindando lo mejor para los niños. Nos incentivaba en cuanto a la vocación de servicio y la solidaridad".

Mánquez recordó el vínculo de Juárez de Sassano con la religiosidad: "Era muy devota del Sagrado Corazón de Jesús. Con ella se empezó con la catequesis especial, siempre defendiendo los derechos de los niños y los jóvenes con discapacidad. Una persona realmente ejemplar para todos".

Los estudiantes, docentes y directivos, entre otros, volaron globos e hicieron flamear pañuelos blancos para despedir a su excompañera.

"Siempre supo sobrellevar la escuela en armonía, poniendo en valor la presencia de los padres y el trabajo articulado entre otras instituciones. Siempre ha tratado de innovar y ver cómo brindar la mejor calidad de formación y de enseñanza a los niños con discapacidad", reflexionó.

La exdirectora se jubiló en 2017. "Tratamos de seguir su legado, su ejemplo. Que la escuela sea una institución donde se brinde calidad educativa y siempre se defiendan los derechos de las personas con discapacidad", señaló.

Daniela Águila, secretaria de Derechos Humanos de la Provincia, compartió también vía redes sociales: "La Sra. Graciela fue una mujer comprometida con la educación como derecho humano y con la inclusión como principio irrenunciable. Supo construir una escuela abierta, sensible, atenta a las necesidades reales de niños, niñas y jóvenes con discapacidad. Escuchó, habilitó, gestionó y, sobre todo, creyó en el poder transformador del trabajo colectivo".

Asimismo, reconoció que "fue una directora que entendió que los derechos no se declaman: se garantizan con hechos". "Trabajó con respeto, compromiso, justicia y amor. La que enseñó con el ejemplo", distinguió.

Mónica Moreno, también integrante de la escuela, plasmó: "Fue compañera, con la fuerza política de la palabra, querida, maestra de maestros, como se lo he dicho en numerosas oportunidades, la que unía creando sinergia, la que entendía la importancia del trabajo en equipo y lo hacía posible. La que dejó la vara muy alta".

Y agregó: ‌"En el día del cumpleaños 72 de nuestra escuela, hago un paréntesis para despedir de este plano terrenal a la directora del siglo XXI que tuvo nuestra escuela, Graciela Juárez de Sassano, que ha trascendido por todo lo hecho como profesional llevando a cabo una gesta épica para la época y, como persona, nos dejó valores como el respeto, el compromiso, la responsabilidad, el amor y la justicia".

Graciela Juárez de Sassano Rita Mánquez

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