Respetuosos de la réplica, algunas consideraciones sobre lo expuesto por quien se denomina delegado Banda de la Anses.
Lejos del ánimo de esta redacción verter “expresiones maliciosas y discriminatorias” según la interpretación del artículo de fecha 8/8/2024, cuyo verdadero objetivo es trasladar a la sociedad el hecho de que el Dr. Noe Marcelo Molina, quien se autodefine como delegado Banda de la Anses, habría accedido a un cargo público nacional mediante correo electrónico y sin cumplir, prima facie, con los protocolos legales de nombramiento establecidos en el artículo 7 del decreto 893/2012 Reglamento de Contratación de Personal de la Administración Pública Nacional; estimamos oportunas algunas consideraciones.
Tampoco es correcto que se haya puesto en tela de juicio el título universitario o su capacidad para recibirse de abogado. Obvia en su réplica caer en cuenta que una pregunta jamás es una afirmación por naturaleza semántica y lógica. Al punto tal que le da lugar a una respuesta. A expresarse.
Responsables de lo que decimos y ajenos a las interpretaciones, llama poderosamente la atención que Molina, quien se declara militante político (“por supuesto”, indica como si fuera un presupuesto que todo ser en sociedad nace y muere militante y no una opción de vida) e integrante de una fundación que pregona las ideas de la libertad colisione en su descargo con el derecho a informar de la prensa y ser informada de la sociedad (pilar de una comunidad construida en base a las ideas de “La Libertad”), hasta requiriendo a esta editorial que “me brinde la fuente de quien le otorgó toda la información relativa a mi actividad profesional y personal, como el CUD, fotos y todo lo concerniente a mis datos”, bajo advertencia de iniciar acciones legales en liso y llano quebranto del artículo 43 de la Constitución Nacional y del que no puede adjetivar desconocimiento, que expresa: “No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística”. Por lo tanto, ni el presidente de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país puede exigir lo que Molina pretende.
Tampoco está muy claro el porqué alude a presuntos intereses políticos (cuya naturaleza y entraña debe conocer solo él), ajenos al espíritu del artículo cuando nada tiene que ver con el hecho que él mismo admite dos extremos que merecen, no consideraciones, sino preguntas que evidentemente son molestas:
- Que posee un Certificado Único de Discapacidad.
- Que es Delegado Banda de la Anses.
En tónica con los objetivos del Gobierno nacional, de responder a la meritocracia y a garantizar la equidad, transparencia y descartar del terreno de la política los favoritismos hacia la militancia del que gobierna en perjuicio de quienes fueron derrotados, según la proclama del presidente de la Nación que queremos creer se respeta sin excepciones (porque de no ser así, la primera pregunta incómoda sería: ¿Es un nombramiento irregular más acorde con las prácticas que La Libertad Avanza dice que vino a desterrar? Si lo es, ¿bajo el padrinazgo de quién?)
En aras de cumplir con la función social del periodismo que es, entre otras cosas, preguntar, atento al escueto cupo que tienen las personas con discapacidad en el Estado argentino (un 4% máximo en cada organismo); y con el ánimo de que por lo escaso los nombramientos recaigan en personas que hayan cumplido con las leyes y reglamentos vigentes, preguntamos:
- ¿Cuenta Molina con una resolución de designación previa, presentación de documentación personal, proyecto de resolución, nota de solicitud en el GDE con autorización del director y subdirector ejecutivos de la Anses? Todo, en base a lo estipulado en el artículo 7 del decreto del PEN 893/2012 de contratación del personal en la Administración Pública Nacional.
- ¿Tiene la Anses expresa autorización del Ministerio de Trabajo (hoy, Capital Humano), organismo encargado de fiscalizar la tarea de la persona con discapacidad que ingresa en la administración del Estado?, ¿según lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley 22.431?
- ¿Fue publicado en el Boletín Oficial el nombramiento de Molina en la Delegación Banda de la Anses?, en qué sección y con qué fecha.
Las cosas por su nombre: Sobran preguntas respecto de procedimientos que están claramente descriptos y deberían no requerir de explicación alguna. Lo que están faltando son respuestas. Las que merece la sociedad y, sobre todo, las personas con discapacidad que esperan acceder a un trabajo digno, están en situación de hacerlo y no pueden por el escueto margen del 4% que tienen reservado por ley y que no da lugar a ingresar a nadie “por la ventana”.