Corría el minuto 61, cuando el extremo colombiano Luis Miguel Angulo, futbolista de Central Córdoba, pidió el cambio en el empate sin goles ante Deportivo Riestra. Antes de eso, los defensores del "malevo" lo maltrataron, con y sin pelota, ante la pasividad del juez del encuentro, Brian Ferreyra.
En ese instante, la mayoría pensó que, debido a esos golpes, el colombiano no podía seguir exigiendo con sus electrizantes piques a la última línea del visitante.
Entonces, el extremo de 20 años (cumplirá 21 el próximo 23/03) levantó la mano derecha y pidió el cambio mirando hacia el banco de los suplentes, con el tradicional gesto de mover ambas manos haciendo círculos.
"Me cargué un poco. En el segundo tiempo empecé a sentir un poco la carga y después metí un pique y se me agravó más. Sentí que no podía continuar y pedí el cambio. En esos casos es mejor guardarse, sabemos que tenemos un partido muy importante contra Boca y queremos poder descansar bien para llegar completos al partido", contó el máximo asistente que tiene el equipo santiagueño en lo que va del Torneo Apertura.
Sus declaraciones post partido dejaron una luz de esperanza en el pueblo "ferroviario". En el mismo tono, Omar De Felippe, al ser consultado en la conferencia de prensa, expresó: "No me dijeron nada en el vestuario respecto de alguna lesión. Entiendo que pidió el cambio por algún golpe", expresó el entrenador.
Durante esta semana, Angulo trabajó de manera diferenciada, con la idea de llegar mañana al compromiso ante Boca Juniors. El entrenador Omar De Felippe lo esperará hasta último momento, a sabiendas de la importancia de contar con él. Y, si no puede llegar en óptimas condiciones, el entrenador evaluará otras posibilidades. Tiene en Diego Barrera o en Franco Alfonso a dos futbolistas de similares características como para reemplazarlo. Pero el colombiano quiere llegar "completo".