El estadio Único Madre de Ciudades fue testigo de un encuentro electrizante, aunque con un desenlace amargo para el local, Central Córdoba. El partido, correspondiente a una fecha crucial del torneo, finalizó con una inesperada victoria 2-1 para Independiente Rivadavia, dejando al "Ferroviario" con la necesidad de ganar en la última jornada y depender de otros resultados para avanzar.
El pitazo inicial desató un vendaval de emociones, con la visita mostrando sus credenciales desde el primer minuto. Un potente remate de Matías Fernández se estrelló en el travesaño defendido por un atento Zozaya, quien reemplazaba al habitual Aguerre. La respuesta de Central no se hizo esperar: un certero cabezazo de Heredia exigió una intervención espectacular del arquero Centurión, desviando el balón con una gran atajada.
Tras este inicio frenético, el equipo local logró asentarse en el campo de juego, tomando el control del balón gracias a la incisividad de Perelló por la banda derecha y la claridad de Quagliatta en la distribución. Esta superioridad en el juego se tradujo en múltiples oportunidades de gol para Central. Heredia, Angulo (en dos ocasiones, una de ellas un mano a mano) y Florentín dispusieron de chances claras, pero la falta de precisión en la definición impidió quebrar el cero en el marcador.
Por su parte, Independiente Rivadavia replegó sus líneas, apostando a recuperar el balón y explotar la velocidad de sus delanteros en transiciones rápidas. Sin embargo, más allá del remate inicial de Fernández, no lograron generar mayor peligro en el arco de Zozaya durante la primera mitad, que concluyó con un empate sin goles que dejó un sabor agridulce para el público local.
El segundo tiempo mantuvo la misma tónica del inicio: Central Córdoba volcado en ataque, buscando insistentemente la apertura del marcador, pero con una alarmante falta de efectividad. A los 7 minutos, Angulo volvió a fallar en un mano a mano frente a un inspirado Centurión, quien con una tapada providencial ahogó nuevamente el grito de gol local. Poco después, a los 13, Florentín tuvo su oportunidad de cabeza tras un centro preciso de Quagliatta, pero su remate se elevó por encima del travesaño.
La justicia parecía llegar para Central a los 25 minutos, cuando el recién ingresado Fúnez fue derribado dentro del área por Studer, quien lo había dejado en evidencia con una gran jugada. Verón, con serenidad, ejecutó el penal y puso el merecido 1-0 en el marcador.
Sin embargo, la alegría duró poco para el "Ferroviario". Una inexplicable pérdida de balón de Abascia en la salida permitió que Villa desbordara con facilidad y enviara un centro preciso para que Sartori, también ingresado desde el banco, igualara el encuentro de cabeza.
Cuando Central aún lamentaba la injusta igualdad, llegó el golpe de gracia para la visita. Tras un córner que generó dudas sobre su legitimidad, una serie de cabezazos en el área culminó con el 2-1 para Independiente Rivadavia, un resultado que castigaba la falta de contundencia del local.
En los minutos finales, Central Córdoba intentó desesperadamente igualar el marcador. Fúnez tuvo una clara oportunidad de cabeza, pero Centurión volvió a aparecer para enviar el balón al córner. Posteriormente, dos remates de Salazar se fueron desviados por escasos centímetros.
Finalmente, la falta de efectividad de Central Córdoba contrastó con la contundencia de Independiente Rivadavia, que con solo dos llegadas claras en el segundo tiempo, se llevó una victoria crucial que lo clasifica a los octavos de final.
Para Central Córdoba, la derrota significa depender de un triunfo en la última fecha y esperar resultados ajenos para mantener viva la esperanza de avanzar en el torneo. La falta de gol, sin dudas, fue el factor determinante en una noche que prometía mucho pero terminó con la frustración del público santiagueño.
