El extremo Matías Perelló (23 años) es una de las piezas claves que tiene Central Córdoba a la hora de atacar o de hacerle daño al rival de turno. Rápido, escurridizo, habilidoso, pícaro para jugar. Lleva anotados dos goles con la camiseta “ferroviaria”, pero también dio unas cuantas asistencias. Tanto él como el colombiano Luis Angulo son dos “flechas” que Omar De Felippe tiene por los costados y que le rindieron sus frutos.
Perelló, en la previa al duelo ante Liga de Quito, visitó el programa El Deportivo de LV-11 y habló de todo. Esta es la charla que salió.
—¿Imaginaban tener este presente cuando llegaron?
—Estamos todos muy contentos. Sabíamos que íbamos a tener mucha competencia y que estaba la Copa Libertadores, pero no nos imaginamos esto. Partido tras partido nos dimos cuenta que el equipo fue evolucionando y sabíamos que podíamos llegar a donde estamos hoy, con la posibilidad que tenemos hoy en día. Se armó un grupo muy bueno. Con trabajo, humildad y sacrificio, estamos ahí.
—¿Cómo decidiste venir a jugar a Central Córdoba?
—Cuando me salió la oportunidad no lo dudé. Con 22 años, yo quería jugar. No me había tocado hacerlo seguido en Argentinos Juniors. Hablé con mi representante, con mi familia, me dijeron que era una linda posibilidad para mostrarme y sumar minutos.
—¿Qué conocías de Santiago, más allá del tema del calor?
—Sabía que era una linda ciudad, tranquila. Perfecta para mí, porque quería estar enfocado en lo mío: en jugar y sumar minutos.
—¿Qué pensaron cuando salió el sorteo de la Copa?
—Cuando salió el sorteo acabábamos de ganarle a Tigre. Nos miramos con los chicos y empezamos a soñar. Uno siempre sueña con jugar ese tipo de partidos. Ir a jugar al Maracaná, por ejemplo. Creo que siempre estuvimos a la altura, contra todos los rivales.
—En algún momento, en la previa a la Copa, ¿sintieron que lo subestimaron a Central?
—Sabíamos que arrancábamos de local, fue súper importante el apoyo de la gente. El partido con Liga nos dejó la sensación de que podíamos hacer algo grande. Antes de eso, todo el mundo decía que iban a venir y nos iban a ganar. Que íbamos a ir a sacarnos fotos al Maracaná y cosas así. Creo que con esas declaraciones nos tocaron el ego. Demostramos que dentro de la cancha somos once contra once.
—Y el mejor partido fue aquel del Maracaná, ¿no?
—Sí. Hicimos un gran partido en el Maracaná. Ellos se vinieron con todo en los últimos 15 minutos. Antes no sufrimos. Se equivocaron si pensaron que nos íbamos a meter atrás, porque los presionamos mucho de entrada e hicimos dos goles en los primeros 30 minutos. Gracias a Dios pudimos traer los tres puntos a casa. En el segundo tiempo tuvimos chances como para liquidarlo antes. Cuando pegaron los tiros en los palos en el final, tanto Flamengo como Táchira, dijimos: Diosito está con nosotros.
—Y ahora que se les viene Liga de Quito, ¿qué piensan?
—Que es el partido del semestre para nosotros. Nos jugamos todo. Hicimos mucho esfuerzo hasta el momento para estar donde estamos. Si Dios quiere y sale todo bien, vamos a venir con la clasificación. Queremos ir a ganar y queremos quedar como el mejor segundo de la Copa.
—¿Te imaginabas, hace seis meses, que iban a armar un tridente tan “picante” con Angulo y Heredia?
—El equipo en sí es muy bueno. Creo que Luis (Angulo) es el mejor jugador que tenemos. Y Leo (Heredia) se pelea con todos los centrales, corre un montón, juega, sabe cuando tocar o aguantarla o tirarse al piso. Tiene jerarquía. Todo el plantel es muy bueno. Tenemos dos centrales muy firmes, dos laterales también muy buenos. En el medio, todos juegan bien. Tenemos un equipo sólido, compacto, que sabe jugar.
—¿Qué me dirías de Omar De Felippe?
—Estoy aprendiendo mucho con Omar (De Felippe). Nos ayuda muchísimo en los entrenamientos. Es palabra mayor para nosotros, lo que él dice se hace, se respeta. Como técnico es muy bueno y como persona, mucho mejor.
—Y la gente de Central, ¿cómo te trata?
—La gente me trata muy bien. Me entrega un cariño enorme y eso es muy importante para mí. Para un chico de mi edad, es fundamental para seguir intentando mejorar siempre. Desde el primer partido que jugamos de locales, la gente nos alentó siempre. El aliento es muy importante y se siente. Nos acompañaron en Brasil, no te imaginas cómo se los escuchaba. Y también a ese puñadito que fue a Venezuela. Quiero agradecerle el apoyo y el aliento. La gente de Central es muy buena.