Durante la gestión de la nefasta Secretaría Técnica que pasó por Central Córdoba, el defensor Juan Andrés Meli —como muchos otros futbolistas— figuraba en la lista de prescindibles. Sin embargo, una enfermedad intestinal que lo tuvo a maltraer durante dos meses, impidió que aquel “trámite” se realizara.
Hoy, ya recuperado de aquella situación, volvió a jugar en el elenco “ferroviario”.
Regresó al once titular después de mucho tiempo ante Banfield y cumplió. Y previamente, por Copa Argentina, ingresó ante Newell’s y ejecutó uno de los tres penales que valieron la clasificación. Así palpitó el futbolista, de solo 23 años, todo lo que le tocó vivir.
—¿Qué análisis se puede hacer de este empate?
—Sumamos, que es muy importante. Nos queda el gusto amargo porque podríamos haber sumado de a tres. Pero hay que sumar. Sabemos lo que nos estamos jugando, somos conscientes, y por eso el punto se valora, pero también nos queda el gusto amargo porque podíamos haber ganado.
—¿Cómo viste el partido desde adentro?
—Fue un partido feo, de ida y vuelta, pero de chocar mucho. Tuvimos varias chances que nos podrían haber dado el triunfo que tanto queríamos, por eso reitero lo del sabor amargo.
—¿Qué cosas se puede valorar de este punto?
— Venimos, si no me equivoco, de tres partidos seguidos con el arco en cero o de los últimos cuatro, en tres no nos convirtieron, que es algo que en todo el año no lo habíamos conseguido. Entonces, es algo muy valorable, hemos crecido en lo defensivo, estamos más aguerridos atrás, pero necesitamos ese mismo rendimiento adelante. Yo creo que ya llegarán los goles.
—En lo personal, ¿cómo te has sentido, teniendo en cuenta tu larga inactividad?
—No me sentí del todo bien. Sentí que era el primer partido después de mucho tiempo. Estuve como dos meses solo haciéndome estudios hasta que me diagnosticaron la enfermedad que tengo, por eso lo sentí, lo noté; pero estoy contento por volver a jugar y defender estos colores; pero sí sé que todavía tengo mucho por volver a incorporar de lo que tenía antes.
—Se te vio bien, seguro en la marca, pero un tanto contenido a la hora de ir al ataque…
—Sí, bueno, ahora solo tengo la sensación de mejorar y de ir solo para arriba, en lo personal y en lo grupal. Feliz de poder ayudar al equipo desde adentro de la cancha, de volver a vestir la camiseta. Es algo muy lindo volver a hacer lo que uno tanto quiere.
—¿Te imaginaste volver, el miércoles por Copa Argentina, jugar unos minutos y ser uno de los ejecutantes en la tanda de penales?
—El día anterior, cuando habíamos practicado, le dije a Omar (De Felippe) que me sentía bien, que me tenía confianza y que si íbamos a penales estaba preparado para ejecutar. Omar confió en mí, mis compañeros también y la gente que nos apoyó en la cancha también, así que con esa fe de todos fui, lo ejecuté y por suerte salió todo bien.
—¿Y si había un penal ante Banfield, te animabas también?
—Por supuesto, lo agarraba yo, sin problemas, pero bueno, no sé, porque también hay varios compañeros que se tienen confianza para patear y seguramente lo íbamos a resolver adentro de la cancha.
