Tras la vergonzosa eliminación del Mundial de Clubes con un empate 1-1 con Auckland City, el cuerpo técnico encabezado por el experimentado director técnico Miguel Ángel Russo le bajó el pulgar al arquero Agustín Marchesín.
El experimentado arquero, que había llegado al club con la promesa de aportar jerarquía y seguridad en una posición históricamente sensible, quedó bajo fuego cruzado después de una actuación deslucida, errática y, para muchos hinchas, directamente decisiva en la debacle internacional del conjunto de la Ribera.
El ex guardameta de Lanús, que incluso pidió el cambio en el duelo definitorio ante Alianza Lima, se suma a un grupo de jugadores que ya tenían un pie afuera: Frank Fabra, Marcos Rojo, Marcelo Saracchi y Sergio Romero. De concretarse la salida de ambos arqueros (Marchesín y Romero), el arco del "Xeneize" quedaría completamente vacante.
Ante la inminente salida de sus dos principales arqueros, el arco de Boca quedaría temporalmente en manos de Leandro Brey. El juvenil, de 22 años, es una de las grandes apuestas del club, pero hasta ahora no ha contado con la continuidad necesaria para afirmarse como una opción sólida. Sus escasas apariciones en el primer equipo dejaron destellos de talento, pero también reflejaron la falta de experiencia que se necesita para defender los tres palos de un gigante como Boca.
Russo lo conoce bien y valora su potencial, pero también sabe que no puede cargarle todo el peso de la responsabilidad a un arquero sin rodaje en un momento institucional y deportivo tan delicado. Por eso, ya le acercó a la dirigencia un nombre que podría calmar las aguas en Brandsen 805.
El elegido de Russo
El elegido no es otro que Orlando Gill, actual arquero de San Lorenzo de Almagro. Con apenas 25 años, Gill se consolidó como una de las figuras más regulares del fútbol argentino en las últimas dos temporadas. Sus reflejos, seguridad aérea
Gill, de grandes actuaciones y considerado clave en el esquema del “Ciclón”, aparece como el objetivo principal para reforzar un puesto que quedó bajo la lupa después del fracaso internacional. Su posible llegada abriría un nuevo capítulo en la reconstrucción del equipo de cara al 2026.