Marc Márquez demostró, una vez más, su impresionante destreza y control en la pista al dominar la final del Gran Premio de la República Argentina de MotoGP, que se corrió ayer en el circuito de Las Termas de Río Hondo. El piloto español, que partió desde la pole position, no solo mantuvo un ritmo impecable durante toda la carrera, sino que también mostró una gran capacidad de reacción ante el avance de su hermano Alex Márquez.
La carrera comenzó con Marc liderando la parrilla, mostrando su habitual agresividad y determinación. Sin embargo, a medida que avanzaban las vueltas, fue su hermano Alex quien tomó la iniciativa y asumió el liderazgo de la competencia. A falta de solo seis vueltas para el final de las 25 programadas, la carrera parecía estar al alcance de Alex, quien mostraba una gran velocidad y concentración.
Pero Marc, fiel a su estilo, no dejó que la oportunidad se le escapara. Con la serenidad de un campeón, el piloto de Honda recuperó la punta y no volvió a cederla hasta cruzar la bandera a cuadros, asegurando una victoria más en su impresionante carrera deportiva. Su vuelta final fue un ejemplo de control absoluto, manteniendo la ventaja sobre su hermano y los demás competidores sin dejar espacio para sorpresas.
La carrera, que estuvo llena de emoción, no solo destacó por la feroz batalla entre los hermanos Márquez, sino también por el nivel de concentración y estrategia que ambos demostraron. Mientras Alex luchaba por mantener su liderazgo, Marc demostró por qué es uno de los pilotos más exitosos de la historia del MotoGP, ejecutando una maniobra perfecta para retomar el control cuando más se necesitaba.
Así llegó a su titulo 90 y ganó su cuarta carrera en Santiago del Estero.
Alex Marc y Franco Morbidelli completaron el podio.