Kiev anunció que más de 40 soldados y una decena de civiles ucranianos murieron. También confirmó que ya hubo incursiones terrestres de las fuerzas rusas por el norte, desde Rusia y Bielorrusia, pero también por el sur en la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. Bielorrusia, aliada del Kremlin, aseguró no estar participando en la operación.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció una ley marcial en todo el país, pero pidió a la población no entrar en pánico. También urgió a la comunidad internacional a crear una “coalición anti-Putin” para forzar a Moscú a respetar la paz.