La senadora demócrata Kyrsten Sinema de Arizona presentó una propuesta de reforma migratoria que haría realidad los sueños republicanos de sellar la frontera a solicitantes de asilo e indocumentados, y dejaría a millones en riesgo de deportación, a cambio de ayudar a los dreamers a regularizar su condición migratoria.
"Cómo nos íbamos a sentir los dreamers si aceptamos que nos den un eventual camino a la ciudadanía a cambio de dejar a nuestros padres indocumentados, en riesgo de deportación, y de cerrar la frontera a quienes huyen, incluso niños, por salvar sus vidas", dijo al medio LPO una joven soñadora del área de Davis, California.
Lo poco que Sinema y el senador republicano Tom Tillis, de Carolina del Norte, han filtrado de su iniciativa, sugiere regularizar la condición de dos millones de dreamers. Por ahora solo cerca de 800.000 se han acogido desde el 2012 al programa de protección ante deportaciones, y otros cerca de 200.000 que cubren los requisitos siguen pendientes por suspensión que impuso un juez federal.
Mientras que la parte de propuesta de Sinema que incluye ayuda a los dreamers coincide con la urgencia demócrata de proteger a los jóvenes soñadores antes de que la mayoría republicana controle en enero el Congreso, las otras partes que se conocen de la propuesta tendrían consecuencias devastadoras contra la migración.
El proyecto de los senadores también refleja la línea de gobierno por continuar indefinidamente en vigor el Título 42 que impide a los solicitantes de asilo entregarse a oficiales federales en la frontera. La medida la impuso el gobierno de Trump en marzo del 2020 para frenar el ingreso al país de migrantes que podrían portar el Covid 19 y expulsarlos de inmediato.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) contaba hasta abril pasado —la estadística pública más cercana— que el Título 42 sirvió para expulsar a México en 2,4 millones de "encuentros" fronterizos. La Unión Americana de Libertades Civiles (Aclu) contó, por su parte, que el Título 42 impidió que solicitaran asilo 1,7 millones de personas hasta la primavera.
El Título 42 está por terminar el 21 de diciembre por orden de un juez, pero por lo menos 15 gobernadores republicanos han pedido que continúe. La propuesta de Sinema y Tillis impediría que la norma sea eliminada y, por el contrario, continuaría de manera indefinida.
La iniciativa también aumentaría entre 25.000 y 40.000 millones de dólares anuales el presupuesto para la patrulla fronteriza, una agencia con 20.000 oficiales. En promedio $200,000 por cada oficial, excepto porque la propuesta dice que podría contratar más patrulleros y aumentar el salario de los actuales.
Por último, la propuesta sugiere una revisión legislativa a las leyes que regulan el asilo. Aún si la propuesta se aprobara y ayudara a dos millones de dreamers, quedarían en el país otros nueve millones de personas en riesgo de deportación y, como dijo la joven desde Davis, muchos de ellos familiares de los mismos dreamers.
El director del Comité de Servicios de los Amigos Americanos para la frontera, Pedro Ríos, dijo que la propuesta tendría un efecto todavía peor: "cancelaría toda la conversación sobre migración" que sostienen comunidades, legisladores y organizaciones de la sociedad civil en el país.
De acuerdo con Ríos, los legisladores republicanos considerarían que la reforma ya se llevó a cabo y ya no hay más que agregar, aunque sería una reforma ampliamente sesgada al lado republicano, a terminar con las posibilidades de asilo y a endurecer la frontera ante la migración.
Pero Ríos, quien ha llevado desde la frontera un monitoreo sobre posibilidades para esa propuesta en el senado, dijo que "por lo que se ve, no cuenta con el respaldo que necesita para ser aprobada" por 60 de los cien senadores.
Los senadores tienen dos semanas para decidir sobre diversas propuestas pendientes. Sin embargo, aunque la iniciativa de Sinema y Tillis quede sin prosperar, como ejercicio sirve para confirmar que las propuestas de la demócrata de Arizona parecen obra de legisladores republicanos.
En frecuente mancuerna con el también demócrata Joe Manchin, Sinema asume posiciones que más bien benefician a los republicanos, como la oposición de ambos legisladores a la iniciativa de impulso económico del presidente Joe Biden conocida como Build Back Better.
Esta no es la primera vez que la senadora Sinema parece alinearse con sus colegas republicanos. El líder de la minoría republicana en el senado, Mitch McConnell, lo dejó en claro hace algunos meses, cuando la identificó como "lo poco que tenemos en el Partido Demócrata: una genuina moderada y una negociadora". Agradecido por su compromiso y en busca de sumarla de manera permanente a su bloque, McConnell llegó a definir a Sinema como "la senadora de primer mandato más efectiva que he visto".
Sinema coincide con el también demócrata Manchin al oponerse a iniciativas demócratas. Sin embargo, sus situaciones son diferentes. Manchin justifica que enfrenta demandas de sus representados de Virginia Occidental, de fuerte inclinación hacia Trump. Pero Sinema es de Arizona, que viene de darle el triunfo a Biden y se inclinó por los demócratas en rechazo a los negacionistas en los puestos de gobernadora, fiscal estatal, secretario de estado y senado federal.