Hoy, el papa León XIV comenzó oficialmente su pontificado, tras ser elegido como máxima autoridad de la Iglesia Católica en reemplazo del fallecido Francisco I.
Tras la lectura del evangelio en latin y griego, le entregaron el palio y el anillo del pescador a León XIV. El palio es símbolo del buen pastor y el anillo representa la autoridad y el poder espiritual como sucesor de San Pedro.
Apenas entronizado, León XIV dijo: "Hemos vivido momentos intensos, la muerte del papa Francisco ha llenado de tristeza nuestros corazones y en esas horas difíciles nos hemos sentido como esas multitudes que el evangenio describe como ovejas que no tienen pastor. En la pascua recibimos su bendición y tuvimos a certeza que el señor nunca abandona a su pueblo, lo ordena cuando esta disperso y lo reúne".
Pedido por la paz
El primer discurso oficial del papa León XIV marcado por un pedido de paz: "En nuestros tiempo vemos demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, marcada por el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres. Queremos ser una peqeña levadura de humildad, unión y fraternidad".
Además, sostuvo que el pontífice “no debe ser un líder solitario ni un jefe por encima de los demás”, sino un servidor que camina junto a los fieles, en una Iglesia que combata la exclusión y el odio.
“Pedro debe apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás, haciéndose dueño de las personas que le han sido confiadas. Por el contrario, a él se le pide servir a la fe de sus hermanos, caminando junto con ellos”, expresó León XIV.
El nuevo papa pidió una Iglesia que “no se encierre en sí misma”, sino que abrace “a todos como una única familia”, según el deseo de Dios.