En una de sus reflexiones más íntimas y profundas, el papa Francisco dejó una mirada serena y espiritual sobre la muerte. “¿Miedo a la muerte? No, no le tengo miedo a la muerte. Eso es inevitable”, dijo en 2023 durante una entrevista que hoy cobra un sentido conmovedor tras su partida.
El pontífice, que falleció recientemente tras sufrir un derrame cerebral, había compartido sus pensamientos sobre el final de la vida con una claridad poco frecuente. “Lo único que le pedí al Señor es que no me agarre desprevenido, que me permita verla venir, saber que es el final. “El miedo no es a morir, es a no darse cuenta”, expresó entonces.
Para Francisco, la muerte no era un punto final, sino el comienzo de algo más luminoso. “Cuando yo me vaya, sé lo que pasará después, lo tengo claro: una hermosa luz muy grande, una felicidad inmensa, un encuentro… con Dios”, dijo con convicción.
Con esa misma fe, el papa también se refirió al misterio de la misericordia divina: “Hay quienes creen que algunos no llegarán a ese camino, pero yo pienso que Dios espera hasta el último segundo”.
Estas palabras, pronunciadas en vida, hoy se leen como un legado espiritual y una despedida anticipada. Su mensaje de esperanza, paz y confianza en el amor de Dios permanece como consuelo para millones de fieles en todo el mundo.