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El Mundo

Hamás liberó a tres rehenes a cambio de prisioneros palestinos

La condición de los rehenes y las escenas de Hamás obligándolos a hablar en una ceremonia de liberación provocaron indignación en Israel.

Milicianos liderados por Hamás liberaron el sábado a tres rehenes israelíes de aspecto demacrado y frágil, mientras que Israel liberó a cerca de 200 prisioneros palestinos como parte de un inestable acuerdo que ha puesto en pausa la guerra en la Franja de Gaza.

La condición de los rehenes y las escenas de Hamás obligándolos a hablar en una ceremonia de liberación provocaron indignación en Israel y podrían aumentar la presión sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu para extender el alto al fuego más allá de su fase actual de seis semanas.

Netanyahu señaló anteriormente que reanudaría la guerra, incluso si eso significaba dejar a decenas de rehenes restantes en poder de Hamás. “El presidente Trump estuvo completamente de acuerdo conmigo: haremos lo que sea para traer de vuelta a todos los rehenes, pero Hamás no estará ahí”, dijo Netanyahu tras en intercambio.

Ante una multitud, combatientes armados de Hamás llevaron a Eli Sharabi, de 52 años, Ohad Ben Ami, de 56 y Or Levy, de 34, a un escenario para que hicieran declaraciones públicas antes de entregarlos a la Cruz Roja. Los tres civiles formaban parte de las cerca de 250 personas capturadas durante el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023 contra Israel, que desató la guerra en el enclave.

La alegría de algunos israelíes que miraban la liberación se convirtió en horror y lágrimas cuando vieron su he estado tan deplorable. Los hombres se encontraban en una condición física peor que los 18 rehenes liberados anteriormente.

Más tarde, el mismo el sábado, Israel liberó a decenas de prisioneros palestinos, algunos de los cuales también lucían demacrados y débiles. La Media Luna Roja informó que siete de los liberados fueron llevados a hospitales. Muchos de los palestinos liberados durante el alto al fuego han aparecido demacrados y pálidos, y han denunciado que sufrieron abusos mientras estaban bajo custodia de los israelíes.

Se trata del quinto intercambio desde el 19 de enero, fecha en que inició el alto al fuego.

La Cruz Roja indicó que está “cada vez más preocupada por las condiciones en torno a las operaciones de liberación” y llamó a todas las partes a garantizar que las liberaciones sean dignas y privadas.

Un representante del Ministerio de Salud israelí, el doctor Hagar Mizrahi, notó “una desnutrición severa” y “una disminución significativa” en el peso de los rehenes liberados, mientras las familias volvían a manifestar su temor por las docenas de cautivos que aún siguen en Gaza. No todos han sobrevivido.

“No nos quedaremos callados sobre esto. Se ha transmitido un mensaje a los mediadores y se actuará en consecuencia”, dijo Gal Hirsch, el coordinador de Netanyahu para los rehenes.

La primera fase del alto al fuego exige la liberación de 33 rehenes y casi 2.000 prisioneros, el retorno de los palestinos al norte de Gaza y un aumento de la ayuda humanitaria al territorio devastado. Israel dice que Hamás ha confirmado que ocho de los 33 han muerto.

Esta fase no parece haberse visto afectada por la sorprendente propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de transferir a la población Palestina fuera de Gaza, la cual fue recibida con beneplácito por Israel y rechazada vehementemente por los palestinos y la mayor parte de la comunidad internacional.

Sin embargo, la propuesta podría complicar las conversaciones sobre la segunda y más difícil fase, cuando Hamás deberá liberar a docenas de rehenes más a cambio de un cese al fuego duradero. Hamás podría mostrarse reacio a liberar a más cautivos, que constituyen su principal elemento de negociación, si piensa que Estados Unidos e Israel hablan en serio sobre la despoblación del territorio que, según grupos defensores de derechos humanos, violaría las leyes internacionales.

El sábado, Netanyahu ordenó que una delegación viajara a Qatar para analizar los detalles técnicos del acuerdo de cese al fuego, y el gabinete de seguridad se reunirá para analizar las negociaciones sobre la segunda fase de la tregua, de acuerdo con un funcionario israelí que declaró bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar con medios noticiosos de los detalles de las conversaciones.

Sharabi y Ben Ami fueron capturados en el Kibbutz Beeri, una de las comunidades agrícolas más afectadas, mientras que Levy fue secuestrado del festival de música Nova.

Los rehenes se enteraron hasta ahora del destino de algunos de sus familiares, según medios israelíes. La esposa y dos hijas adolescentes de Sharabi fueron asesinadas en el ataque. Su hermano Yossi murió en cautiverio. La esposa de Levy fue asesinada. Raz, la esposa de Ben Ami, fue liberada en un cese al fuego de una semana en noviembre de 2023, en el que también fueron liberados más de 100 rehenes.

“Ya acabó, ya acabó”, expresó el hermano de Levy, Michael, cuando se abrazaron en una base militar.

“Cuando me fui tenía talla extragrande y ahora soy mediano”, declaró Ben Ami al abrazar a sus hijas. Una de ellas, Ella, dijo al Canal 12 israelí que “me tomó un momento darme cuenta de que este era mi padre”.

Entre los prisioneros palestinos liberados por Israel hay 18 que cumplían cadenas perpetuas por ataques mortales contra israelíes, 54 que cumplían largas condenas y 111 palestinos de Gaza detenidos después del ataque del 7 de octubre pero no juzgados. Todos son hombres y tienen entre 20 y 61 años.

Prácticamente todos los palestinos tienen un amigo, familiar o conocido que ha estado encarcelado.

Siete de los prisioneros liberados fueron trasladados a Egipto. Otros fueron puestos bajo la custodia palestina cerca de Ramala, en Cisjordania, donde decenas de familiares, amigos y simpatizantes los recibieron con vítores y aplausos. Algunos habían sido detenidos por delitos que iban desde ataques con bombas hasta participación en organizaciones milicianas.

Entre ellos estaba Iyad Abu Shakhdam, de 49 años, encarcelado durante cerca de 21 años por su participación en ataques perpetrados por Hamás en áreas civiles concurridas, en los que murieron decenas de israelíes. Entre ellos estuvo un ataque suicida con un autobús lleno de explosivos en Beersheba, en el que murieron 16 personas.

“Desde el 7 de octubre de 2023 hasta hoy, no habíamos sabido lo que ocurría fuera de la prisión”, dijo Shakhdam.

Otro es Jamal al-Tawil, un prominente político de Hamás, cuyo más reciente arresto fue reportado en 2021 por presuntos esfuerzos para el liderazgo de Hamás en Cisjordania. Fue puesto en detención administrativa, un período renovable de seis meses en el que los sospechosos son retenidos sin cargos ni juicio.

La guerra, que ha sido la más mortífera y destructiva entre Israel y Hamás, podría reanudarse a principios de marzo si no se llega a un acuerdo.

Israel afirma que está comprometido con destruir a Hamás, que reafirmó su liderazgo en Gaza pocas horas después del cese al fuego. Hamás señala que no liberará a los rehenes restantes sin que la guerra haya llegado a su fin y si en una retirada total por parte de Israel.

En el ataque del 7 de octubre, murieron unas 1.200 personas, principalmente civiles. Más de 47.000 palestinos ha muerto en la guerra de represalia israelí. Más de la mitad son mujeres y niños, según el ministerio de salud de Gaza, que no aclara cuántos de ellos son combatientes.

El ejército israelí afirma haber dado muerte a más de 17.000 milicianos, sin aportar pruebas. Culpa de las muertes de civiles a Hamás por operar en barrios residenciales.

Fuente: lanacion.com.ar

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