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El Mundo

Las peores horas de Biden: crece la presión demócrata y hay cada vez más dudas sobre su candidatura

Barack Obama les habría dicho a sus asesores que las posibilidades electorales del actual presidente se redujeron drásticamente. Un nuevo error lo puso en la cuerda floja. Quién podría reemplazarlo.

En las últimas dos semanas, las malas noticias no han dejado de llegar día tras día al comando de campaña demócrata en Estados Unidos. Desde el fatídico debate presidencial -tal como lo consideraron muchos asesores- entre Joe Biden y Donald Trump, los acontecimientos externos, los traspiés del mandatario y la propia presión interna sembraron un manto de duda sobre la candidatura de Biden, que ahora parece entrar en una etapa de definición.

A la ya debilitada imagen del presidente norteamericano, en las últimas 24 horas se sumaron tres hechos que pueden terminar de marcar el rumbo de la candidatura. En primer lugar, la proclamación de la fórmula Trump-Vance con un apoyo republicano total que le otorga fortaleza al magnate. En segundo término, otro error de Biden –grave- en donde se olvidó el nombre de su secretario de Defensa. Y, por último, el diagnóstico de COVID-19.

En este contexto, figuras fuertes del Partido Demócrata se pusieron al frente de la presión interna para lograr que Biden desista de su candidatura y le de paso a otro candidato, posiblemente Kamala Harris. Según los más prestigiosos medios norteamericanos, quienes se han comunicado con el actual presidente en las últimas horas fueron, ni más ni menos, Barack Obama y Nancy Pelosi, quien fue presidenta de la Cámara de Representantes y una dirigente demócrata con peso propio.

“Las diferentes presiones demócratas buscan lograr una renuncia de Biden sin que se vea como un derrocamiento o convulsión de cara a los votantes”, aseguró en diálogo con TN el analista internacional y experto en política norteamericana Tomás Listrani, para luego agregar: “Si el actual presidente desiste por cuenta propia, se puede construir una alternativa de emergencia de cara a la convención demócrata que se desarrollará en exactamente un mes”.

Es que, tal como en privado le habría manifestado Obama, el tiempo corre y las posibilidades de construir una alternativa sólida frente a Donald Trump se achican. Las operaciones políticas que surgieron de a montones desde el debate presidencial tienen un trasfondo fáctico: las encuestas. Los demócratas miran cada vez con mayor preocupación unos números que no les cierran por ninguna parte.

Tal como pudo saber TN, uno de los principales objetivos del centro de campaña de Biden en el debate fue mostrarlo como un presidente firme y bien distinto al pensamiento general de que se trata de una persona mayor y débil para sumar votos y recortar en las encuestas. Con el diario del lunes, entienden que las consecuencias terminaron siendo más grave que los posibles beneficios que hubiese obtenido en caso de tener un buen desempeño en el choque televisado con Trump.

Fuente: tn.com.ar

“Se han producido dos hechos que marcaron a fuego la campaña y los dos son negativos para la postulación de Biden: el debate con Trump y el intento de asesinato en Pensilvania”, remarcó en diálogo con este medio Jorge Argüello, quien fue embajador argentino ante Estados Unidos en dos oportunidades y recientemente publicó un libro titulado “Las dos almas de Estados Unidos”, donde expone la polarización política y social que vive hoy el gigante norteamericano.

En la misma línea, el también exembajador en Washington Diego Guelar consideró que “este es un tema muy traumático para el Partido Demócrata con una crisis profunda que tienen que resolver con urgencia”, teniendo en cuenta la próxima Convención Nacional Demócrata del 19 de agosto y la dificultad de construir un nuevo candidato.

Los tres expertos consultados por TN coincidieron en que, en caso de concretarse la declinación de Biden, será una decisión comunicada por él mismo para evitar un quiebre demócrata público, que podría socavar cualquier posibilidad de triunfo en las elecciones del 5 de noviembre.

Como si las malas noticias producidas por el propio presidente fueran pocas, Donald Trump parece haber capitalizado de la mejor manera posible el intento de asesinato que sufrió el sábado por la tarde en un mitín de campaña en Pensilvania. “Tuvo una velocidad de reflejos impresionante para levantarse y de inmediato gritar: ‘a luchar, a luchar’. Es una idea de liderazgo que hoy el electorado estadounidense puede valorar ante la falta de liderazgo que existe en el país”, reflexionó Argüello.

 

¿Quién podría reemplazar a Biden?

Es una pregunta que toma cada vez más fuerte a medida que pasan los días. Desde la opción de Michelle Obama, para muchos lejana, que algunos quisieron instalar en un comienzo, hasta la más real por cuestiones prácticas que hoy se representa en la actual vicepresidenta, Kamala Harris.

“Es la candidata natural para sucederlo, ya que cualquier otro candidato sería muy traumático y rompería el clásico esquema del sistema de partidos en Estados Unidos en donde el vicepresidente está pensado para reemplazar, justamente, al mandatario”, profundizó el exembajador Jorge Argüello.

De forma similar, el analista Tomás Listrani, que además es investigador del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), consideró que “si no es Biden, lo más sólido que hoy tiene el partido es Harris”. Destacó, además, los recorridos que la actual vicepresidenta realizará por Nevada, Luisiana, California e Utah, como signo de lo que puede estar por venir.

Con todo, el Partido Demócrata vive una de las horas más turbulentas de los últimos años y se encuentra en una situación crítica con respecto a la carrera hacia la Casa Blanca. Cualquier decisión errónea o, bien, tardía, puede terminar por empujar definitivamente a Donald Trump al sillón presidencial más poderoso del planeta.

Joe Biden Estados Unidos
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