
Las criptomonedas arrastraron a miles de personas al éxito y a otros tantos al abismo. En ese universo inestable, se movían millones sin control, y un joven prodigio logró escalar hasta la cima antes de caer al vacío con el colapso de FTX.
Gary Wang pasó de ser un matemático brillante a una figura clave en el mayor escándalo del mundo cripto. Su historia, tan fulminante como trágica, revela los peligros de mezclar ambición, opacidad y algoritmos.
Gary Wang embolsó una fortuna de miles de millones con la creación de FTX
Gary Wang cofundó FTX, uno de los exchanges de criptomonedas más grandes del planeta, junto a Sam Bankman-Fried. Ambos compartieron estudios en el MIT y luego se mudaron a las Bahamas, donde lideraron el crecimiento de una plataforma que en pocos años captó a millones de usuarios.
Wang, con un perfil reservado, manejaba la estructura técnica de FTX. Desarrolló parte esencial del código que operaba la plataforma y también facilitó el traspaso de fondos hacia Alameda Research, la empresa hermana. Su conocimiento profundo del sistema lo convirtió en un engranaje crítico para el funcionamiento del ecosistema.
Su fortuna alcanzó los 6.000 millones de dólares, gracias a su participación en FTX y al valor inflado del token nativo FTT. Durante un tiempo, se ubicó entre los jóvenes más ricos del mundo. Pero esa riqueza tenía una base endeble, que se derrumbó con la caída de la compañía.
Casi cumple su condena efectiva en la cárcel: el movimiento de Gary Wang para evitarlo
Tras el colapso de FTX, la justicia comenzó a investigar las irregularidades en la gestión del dinero de los clientes. Gary Wang quedó señalado como una de las piezas centrales del fraude, por su rol en el diseño del sistema y la transferencia de fondos.
El acusado enfrentó cargos graves. Pero, en un giro inesperado, decidió cooperar con las autoridades. Entregó documentos internos, explicó el funcionamiento de los algoritmos y detalló las maniobras de Sam Bankman-Fried y otros ejecutivos de FTX. Esa colaboración fue clave para reducir su condena.
Gracias a su actitud colaborativa, Wang evitó la prisión. Su declaración sirvió como prueba en el juicio que llevó a la caída de Bankman-Fried. Aunque perdió su fortuna y quedó marcado por el escándalo, logró esquivar la cárcel y reconfigurar su rol en la historia del colapso cripto.
Con información de Ámbito Financiero