El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, reapareció públicamente este miércoles, tras varios días de silencio, para “celebrar” lo que calificó como una “victoria de la República Islámica” sobre Estados Unidos e Israel luego de doce días de intensos enfrentamientos en la región.
Khamenei afirmó que Irán había asestado “un duro golpe” a Estados Unidos al atacar y dañar la base aérea de Al-Udeid, ubicada en Qatar y considerada una instalación estratégica para las operaciones estadounidenses en Medio Oriente.
“La República Islámica asestó un duro golpe a Estados Unidos. Atacó y dañó la base aérea de Al-Udeid, una de las bases estadounidenses clave en la región”, escribió el líder iraní.
Khamenei también aseguró que la entrada directa de Estados Unidos en el conflicto no logró su objetivo de proteger a Israel, a quien calificó como un “régimen sionista prácticamente noqueado y aplastado” bajo los ataques iraníes.
“El régimen estadounidense entró directamente en la guerra porque creía que, si no lo hacía, el régimen sionista sería completamente destruido. Entró en la guerra para intentar salvarlo, pero no logró nada”, sentenció.
La publicación concluye con una reafirmación ideológica: “Ofrezco mis felicitaciones por la victoria sobre el falaz régimen sionista”.
Estas declaraciones se producen después de una escalada sin precedentes entre Irán e Israel, que incluyó ataques cruzados con misiles y drones, y culminó con un operativo conjunto de Estados Unidos e Israel que, según fuentes occidentales, habría provocado daños significativos en al menos tres instalaciones nucleares iraníes.
Mientras la comunidad internacional pide contención y un retorno a la diplomacia, Khamenei redobla su discurso de resistencia y celebra lo que su régimen presenta como una demostración de fuerza frente a sus enemigos históricos.
Sin embargo, el director de la CIA, John Ratcliffe, afirmó este miércoles que la agencia de inteligencia estadounidense obtuvo “un conjunto de pruebas creíbles” que indican que el programa nuclear iraní sufrió un daño severo tras los ataques lanzados recientemente por Estados Unidos. Según la declaración oficial, la información proviene de fuentes tradicionalmente confiables y sugiere que varias instalaciones clave fueron destruidas y que su reconstrucción podría tomar años.