
Los mercados financieros globales se mantienen en estado de alerta tras el denominado "Lunes Negro", marcado por fuertes caídas bursátiles a nivel mundial. La incertidumbre se centra en la escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, reafirmara su postura arancelaria.
La jornada de hoy comenzó con un desplome en las bolsas asiáticas, tendencia que luego se extendió a los mercados europeos y a Wall Street. Este panorama se desató tras las declaraciones de Trump anoche, quien interpretó las significativas pérdidas bursátiles como una señal de que su "medicina" arancelaria estaba "funcionando".
La Casa Blanca anunció este martes que los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones provenientes de China alcanzarán el 104% el próximo miércoles. Esta medida cumple con la amenaza previa del mandatario republicano, quien la semana pasada había anticipado un aumento arancelario del 54% y advirtió con un incremento adicional del 50% si Pekín tomaba represalias.
La respuesta desde China no se hizo esperar. El gigante asiático anticipó que combatirá "hasta el final" las medidas impuestas por la administración Trump. En este contexto de creciente confrontación comercial, Pekín ha decidido imponer aranceles del 34% a los productos estadounidenses a partir del próximo jueves, marcando una clara represalia a las acciones de Washington.
La imposición de aranceles y las consecuentes represalias han generado una atmósfera de nerviosismo en los mercados, donde los inversores temen un impacto negativo en el crecimiento económico global y en las cadenas de suministro internacionales. La volatilidad se ha convertido en la norma, con las bolsas operando con altibajos mientras se evalúa el alcance y la duración de esta creciente guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
Analistas advierten sobre las posibles consecuencias de esta escalada, que podría traducirse en un aumento de precios para los consumidores, una disminución de la actividad comercial y una mayor incertidumbre en las decisiones de inversión a nivel global. La atención se centra ahora en los próximos movimientos de ambas potencias y en la posibilidad de que se abran canales de diálogo para evitar un conflicto comercial aún mayor.
Con información de Página 12