
En Estados Unidos, el 95 % de las rutas se mantiene con fondos federales. En Argentina, los bomberos tapan baches con escombros para evitar más muertes. Una postal desesperante de un país que elige la muerte en lugar de Salvar Vidas.
De los 39.000 kilómetros de rutas nacionales, solo 9.000 serán licitados. Los 30.000 restantes seguirán siendo trampas mortales. No hay obras en marcha: recién se abre una consulta pública. Si todo sale bien, las máquinas llegarán en un año. Mientras tanto, crecen los baches… y también las muertes.
La falta de infraestructura no es un problema técnico: es una política de abandono. En cada hecho vial evitable, hay una responsabilidad directa. Los Gobernadores reclaman por rutas nacionales que cruzan sus provincias, las familias por nuestros seres queridos que nunca más veremos.