El dólar libre inicia el 2022 con tendencia bajista, movimiento que a la vez recorta la brecha cambiaria, para dejarla ligeramente debajo del 100 por ciento.
La divisa “blue” baja dos pesos, a $206 para la venta.
En el mercado mayorista el dólar es ofrecido a $103,09, con un incremento de 37 centavos respecto del jueves 30 de diciembre, la última rueda operativa del año pasado.
Así la brecha cambiaria se reduce al 99,8 por ciento.
En 2021, el ascenso gradual impuesto por el BCRA para el dólar oficial (un 22,1%) no resultó en un ancla efectiva para evitar la aceleración inflación anual al 50% en el último año, unos 14 puntos más que el 36,1% del 2020.
La realidad es que el año pasado ninguno de los diferentes tipos de cambio que conviven en el mercado local consiguió al menos acercarse a la inflación anual del 50 por ciento. La evolución de la cotización del dólar libre acumuló a un día de cerrar el mes y el año financiero un incremento de 25,3% respecto del nivel de cierre de 2020, a $208 para la venta.
Mientras, los ingresos récord por exportaciones del agro del año anterior (USD 32.800 millones) ayudaron a la entidad monetaria a comprarle al mercado casi USD 5.000 millones en 2021, el mejor registro desde 2014. Pero los pagos de deuda y una intervención en la plaza de bonos por unos USD 2.500 millones impidieron un crecimiento de las reservas.
De hecho, en 2021 los activos internacionales brutos del BCRA crecieron solo USD 91 millones (desde los USD 39.409 millones a los UDD 39.500 millones), en un año récord de exportaciones del agro, un aporte extra de USD 4.334 millones por Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI y escasa salida de divisas por turismo emisivo.
En tanto, un informe del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES) en base al último balance del Banco Central señaló que al 23 de diciembre, las reservas netas del BCRA se ubicaron en USD 3.709 millones, de las cuales solo USD 385 millones eran líquidas, mientras que otros USD 169 millones correspondieron al remanente de Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, y USD 3.183 millones a las tenencias de oro, mientras que las reservas totales o brutas llegaron a 39.156 millones de dólares.
Por último, el inicio del 2022 abre un interrogante en lo referido a la demanda de dólares por gastos y consumos en el exterior. Este ítem, el más deficitario del rubro servicios, estuvo neutralizado el año pasado por las restricciones por el COVID-19. Pero una mayor apertura internacional puede revitalizar esta demanda, que tiene su pico en los meses de enero y febrero, con las vacaciones de verano en Argentina.
En el bimestre enero-febrero de 2020, sin medidas de aislamiento por el COVID-19, el déficit por turismo acumuló USD 382 millones; el primer bimestre de 2020 podría contar con una demanda sectorial comparable e incluso superior.
En ese sentido, el rojo por viajes y consumos en el exterior exhibió en noviembre pasado el cuarto mes consecutivo de incremento, en los USD 354 millones y es probable que este se amplíe en los primeros meses del 2022.