El Ministerio de Economía empezó a bajar la línea al resto de las reparticiones del Estado de que no habrá para lo que resta del año un peso más de lo presupuestado. Para eso, el Palacio de Hacienda estableció en los últimos días cuáles serán las últimas “cuotas” de partidas presupuestarias con las que contarán el resto de los ministerios, para poder tener un control más estricto sobre el ritmo del gasto público. El ministro de Economía, Sergio Massa, puso al frente de esa tarea al secretario de Hacienda Raúl Rigo y al jefe de Gabinete de Asesores Leonardo Madcur. Entre los dos tuvieron ayer, y lo seguirán haciendo a lo largo de la semana, principalmente el jueves, reuniones con representantes del resto de las dependencias del sector público para establecer una hoja de ruta para lo que resta de 2022. En términos prácticos, esa hoja de ruta incluirá un tope establecido a los fondos presupuestarios de los que dispondrá cada área para los próximos meses. En junio, el Ministerio había realizado una “recalibración” en el reparto de créditos presupuestarios para cada ministerio por el hecho de trabajar el Gobierno con una proyección de inflación mayor. Esos serán los fondos con los que podrán contar. Un detalle: ese decreto presupuestario se hizo con una inflación calculada en 62% anual, mientras se espera una cifra que supere el 90 por ciento. Ahora, el Gobierno bajó la línea a cada dependencia de que no habrá más dinero de lo que estableció aquel decreto y que habrá nuevas “cuotas”, lo que está relacionado al ritmo al cual ese dinero llega efectivamente a cada rincón de la administración pública.