Alberto Fernández realizó un viaje histórico a la Base Marambio en la Antártida. El presidente destacó la importancia de la Antártida como enclave vital de la soberanía territorial y política de Argentina y reafirmó el compromiso del Gobierno en la conservación del ecosistema antártico y la defensa de los recursos estratégicos del continente.
Fernández se convirtió en el cuarto jefe de Estado en pisar el suelo austral nacional, después de Arturo Frondizi en 1961. La presencia argentina en la Antártida es ininterrumpida desde 1902, y desde el 22 de febrero de 1904, día en que se estableció el Observatorio Meteorológico en las Islas Orcadas del Sur, solo cuatro presidentes han visitado el lugar.
Durante su discurso, el presidente hizo hincapié en los legítimos derechos sobre las Islas Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur, y afirmó que son una causa actual que va más allá de la memoria de la guerra en el Atlántico Sur en 1982, en la que Argentina enfrentó al Reino Unido.
La Antártida, a partir del Tratado Antártico de 1959, fue resguardada para la cooperación internacional con fines científicos, de uso exclusivamente pacífico. El presidente Fernández destacó que la Antártida es una promesa para el planeta en medio de la crisis climática. También mencionó que la Argentina y Chile presentaron un proyecto para el establecimiento de un área marina protegida en la zona de la Península Antártica.
El presidente estuvo acompañado por una amplia comitiva oficial que incluía al canciller Santiago Cafiero y varios ministros, así como a los jefes de las Fuerzas Armadas y los comandantes de las tres ramas militares. Además, el presidente anunció la creación de una corresponsalía itinerante de Télam en la Antártida argentina.
El presidente Fernández enfatizó la importancia de la ciencia y la tecnología para el desarrollo nacional y señaló que "no hay desarrollo posible sin producción científico-tecnológica". Recordó que la Primera Expedición Científica a la Antártida Continental Argentina, destinada a crear una base permanente, partió el 12 de febrero de 1951 del puerto de Buenos Aires, y que el entonces presidente Juan Domingo Perón y Eva Duarte despidieron a quienes iban a crear el Instituto Antártico, la primera institución científica a nivel mundial dedicada exclusivamente a la investigación.
En su discurso, Fernández también agradeció al personal militar y científico de la Base Marambio por su trabajo y compromiso con la presencia argentina en la Antártida, y destacó que su visita marca la continuidad de 119 años de presencia permanente e ininterrumpida de Argentina en el continente antártico.