Tres alumnas del Instituto Madre de los Emigrantes de la ciudad de Buenos Aires recibieron un reconocimiento internacional al obtener el Gran Premio del Jurado en el concurso “When Sound Creates Image”, organizado por La semana del Sonido durante el Festival de Cine de Cannes.
Estefanía Yacono, Cielo Corín y Sofía Bulgubure, estudiantes de 4º año, y Adriana Armengol, docente del Instituto que integra de la Red de Escuelas Asociadas a la UNESCO, crearon el video “Conexiones que sanan”, una propuesta que se destacó por su creatividad y calidad fotográfica. Las tres jóvenes estuvieron presentes en el Festival de Cannes para recibir el reconocimiento.
El tema elegido para el cortometraje tiene relación con el uso de las pantallas, principalmente el teléfono celular, y las consecuencias que genera el exceso de conectividad para la vida social y emocional de los alumnos.
En la misma línea, el Ministerio de Educación de la Ciudad lanzó, en 2024, una política tendiente a reducir el impacto de los celulares, tablets y otros dispositivos en los estudiantes de nivel inicial, primaria y secundaria con una regulación que ya está vigente en todos los establecimientos educativos.
La consigna del concurso consistía en realizar un video corto sobre personas que se escuchan mutuamente con la referencia de una secuencia sonora original creada por el músico francés Thomas Dutronc, de un minuto y 42 segundos, quien fue mecenas de la Semana del Sonido 2025. “La idea del video surgió al ver una entrevista del Director del concurso, éste contaba que en los cortos quería que se demuestre la problemática de los celulares o de la contaminación sonora”, cuenta Estefanía Yacono.
“Nosotras decidimos abarcar el tema de los celulares ya que pensamos que es un problema que nos afecta más como sociedad. Luego de la entrevista, hicimos una llamada entre las tres y decidimos cómo queríamos representar esto y fuimos pensando escenas y cómo iba transcurriendo la historia”, explica Cielo Corín. Los cortometrajes no podían incluir sonido, subtítulos ni diálogos y debían ajustarse a la duración de la secuencia musical. Esta propuesta fue un reto a los estudiantes a explorar el mundo a través del sonido, incentivándolos a desarrollar una visión original al afinar su oído y estimular su creatividad.
La escuela está situada en La Boca, barrio que cuenta con un encanto que las alumnas supieron mostrar y aprovechar a través del guión. “Nunca antes habíamos realizado una producción audiovisual, ésta fue nuestra primera vez. Los roles se decidieron de acuerdo a nuestros tiempos y las necesidades” explica Sofía Bulgubure.
El premio contó con un reconocimiento económico de 500 euros y una invitación oficial al evento que se llevó a cabo el 15 de mayo en el marco del Festival de Cannes, en Niza, Francia. “Cuando nos enteramos que éramos las ganadoras, sentimos muchas emociones, lloramos de felicidad y festejamos juntas. No lo podíamos creer y seguimos sin poder creer lo que nos está pasando” cuenta Estefanía.
Como parte del programa Cannes Cinephiles, los 20 cortometrajes nominados y los ganadores del Gran Premio y del Premio del Jurado se proyectaron unos días antes en el primer Festival Internacional de Cine Escolar de Cannes, del 4 al 6 de mayo de 2025.
“El mensaje que nos interesa expresar con este video es que nosotros los jóvenes e incluso los adultos tengamos conciencia acerca del uso de los celulares. Hoy en día estamos pasando por una etapa muy crítica, la cual nos puede afectar a todos y es un poco esto lo que queríamos demostrar con este video”, explica Cielo en relación al contenido del corto ganador.
Este logro no solo pone en valor el talento joven y la capacidad de los estudiantes porteños, sino que también reafirma la importancia del arte y la educación en la construcción de puentes culturales a nivel global.
Según un relevamiento propio del Ministerio, meses después de la regulación de dispositivos electrónicos en las aulas (en agosto de 2024), el 60% de los estudiantes consultados sostuvo que el hábito que más modificó fue el de prestar más atención en clases con la limitación de los teléfonos y tablets. Entre otros cambios de conducta manifestaron que conversan más con sus amigos, se sientan más tranquilos y juegan más con sus compañeros.
