
La persistente incertidumbre económica y las crecientes especulaciones sobre una posible devaluación están generando una preocupante fuga de capitales del sistema bancario argentino. En los últimos cinco meses, se retiraron 4.813 millones de dólares de los depósitos en moneda extranjera, lo que representa un tercio del total de divisas que ingresaron al país durante el reciente blanqueo de capitales.
Según datos recientes, en marzo se registró otra caída significativa en los depósitos en dólares, con un retroceso de 948 millones de dólares, dejando el stock total en 29.426 millones. Esta tendencia a la baja se intensificó a partir del 8 de noviembre, fecha en la que finalizó la primera etapa del blanqueo y los depositantes obtuvieron la posibilidad de retirar sus fondos sin penalización.
Consultoras económicas como LCG advierten que este drenaje de divisas está directamente relacionado con la incertidumbre en torno al manejo de la política cambiaria, especialmente en el marco de un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "En un escenario más incierto ante la posibilidad de un cambio en el manejo de la política cambiaria en el marco de un acuerdo con el FMI, las colocaciones en pesos podrían sufrir el desarme de las posiciones en pesos todavía parece menor (en el agregado), pero en la medida que la inestabilidad no se modere, y la expectativa de devaluación no vuelva a converger por debajo de la tasa en pesos, no esperamos un mayor impulso de los depósitos en pesos", explican desde LCG.
La misma consultora señala que los depósitos en dólares, aunque inicialmente mostraron caídas por la búsqueda de mayores rendimientos en pesos ante una expectativa de estabilidad cambiaria, ahora se ven influidos por la creciente desconfianza. "Pero puesta en tela de juicio, el dólar vuelve a ser un activo atractivo, lo que podría frenar el drenaje de los últimos meses", agrega el informe.
Banco Central vende reservas y el mercado desconfía de Caputo
La presión sobre el mercado cambiario se evidencia en la reciente intervención del Banco Central, que en marzo encadenó once jornadas consecutivas vendiendo divisas por un monto superior a los 1.600 millones de dólares. Las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, buscando calmar las expectativas de devaluación, paradójicamente han generado mayor volatilidad en un mercado que parece firmemente convencido de la inminencia de un ajuste cambiario.
El blanqueo de capitales había logrado impulsar los depósitos en dólares hasta un pico de 34.600 millones de dólares a fines del año anterior. Sin embargo, el temor a restricciones a la salida de divisas, reminiscentes de crisis pasadas, podría estar impulsando a los ahorristas a dolarizar sus carteras.
Crece el crédito en dólares mientras caen los depósitos
Un dato que genera preocupación es la divergencia entre los depósitos y los préstamos en dólares. Mientras los depósitos continúan su tendencia a la baja, el stock de préstamos en dólares creció en marzo en 385 millones de dólares (un 3% mensual), marcando el menor incremento desde el inicio del blanqueo pero manteniendo una trayectoria opuesta a la de los depósitos.
"Esto muestra una menor oferta de divisas en el mercado oficial limitando la posibilidad de compra del Banco Central", advierte el informe de LCG. La consultora también anticipa que el financiamiento en dólares podría tener menos margen de aumento ante la expectativa de modificaciones en el esquema cambiario, lo que podría frenar la demanda genuina de empresas que buscan estos fondos.
En contrapartida, los préstamos al sector privado en pesos mostraron un crecimiento del 3,4% mensual real, acumulando once meses consecutivos de expansión y duplicando el nivel del año anterior en términos reales. El financiamiento al consumo y a las empresas fueron los principales impulsores de este crecimiento en moneda local.
El acelerado drenaje de los depósitos en dólares, en un contexto de incertidumbre cambiaria y una persistente desconfianza en las señales del gobierno, plantea serios interrogantes sobre la estabilidad financiera y la capacidad del Banco Central para sostener el tipo de cambio en el mediano plazo. La fuga de un tercio de los dólares blanqueados en tan solo cinco meses es un claro indicio de la fragilidad de la confianza y la creciente dolarización de las expectativas económicas en Argentina.