
En un contexto económico y político cada vez más complejo, el gobierno de Javier Milei enfrenta un creciente desafío: la inflación ha regresado al centro de las preocupaciones de la población, superada solo por la inseguridad. Encuestas y estudios recientes revelan un aumento significativo en la percepción social negativa, con el bolsillo de los argentinos cada vez más ajustado y la promesa oficial de estabilidad de precios cada vez más lejana.
Con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) aún demorado y una crisis comercial global que intensifica la volatilidad, el principal dolor de cabeza para la administración libertaria vuelve a ser el alza de precios. Tras meses de relativa estabilidad en niveles aún elevados, la inflación muestra signos de recalentamiento, convirtiéndose en la principal inquietud en las encuestas de opinión, justo en un año electoral donde la promesa era precisamente controlar el costo de vida.
La escalada de remarcaciones en el rubro Alimentos, impulsada por aumentos preventivos de los proveedores ante la expectativa de una devaluación, amenaza con impactar fuertemente el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo, que se conocerá este viernes e incluso el de abril, que ya registra alzas significativas en su primera semana. Este último período era crucial para el ministro de Economía, Luis Caputo, quien esperaba mostrar un avance hacia el objetivo del 1 por ciento mensual.
El escenario se torna delicado, ya que la crisis global genera incertidumbre y el acuerdo con el FMI se presenta como el principal ancla para sostener la estabilidad cambiaria y de precios, así como las reservas negativas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). La demora en la concreción de este acuerdo pone en riesgo las metas de inflación y la estabilidad económica general.
Un reciente estudio de Proyección Consultores, al que accedió Página I12, confirma esta tendencia. La inflación, el precio de los alimentos y otros gastos del hogar se ubican como el segundo problema más importante para la gente, con un 39 por ciento de las menciones, solo superado por la Inseguridad (46 por ciento) y por encima de los bajos salarios o ingresos familiares o personales.
Un dato revelador del estudio es que, al consultar a la población sobre cuál sería su principal preocupación si tuvieran que elegir una sola, el "no llegar a fin de mes" encabeza la lista con un 34,6 por ciento, incluso por encima de la inseguridad. El análisis detallado muestra que el 28,3 por ciento directamente no llega a fin de mes, el 17,9 por ciento llega pero endeudándose, y un 35 por ciento llega "pero achicando gastos". Esto evidencia que, bajo el actual régimen económico, solo una minoría (11,7 por ciento) logra cubrir sus gastos sin dificultades, y apenas un 7 por ciento puede ahorrar.
Otro dato llamativo es que el 46,9 por ciento de los encuestados cree que estaba mejor con el gobierno anterior, frente a un 45,8 por ciento que asegura estar igual o mejor. Si bien la mayoría aún atribuye la responsabilidad de la crisis al gobierno de Alberto Fernández, esta diferencia se ha acortado significativamente en el último año.
Las consultoras privadas también están encendiendo alarmas sobre la evolución de los precios. El Reporte REM del BCRA ya reflejó por segundo mes consecutivo un recalculo al alza de las proyecciones de inflación por parte de las consultoras de la City.
En detalle, datos de la consultora Equilibra, liderada por Martín Rapetti, muestran que el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas registró un incremento del 0,6 por ciento en la última semana de marzo y del 0,9 por ciento en la primera de abril. Incluso al excluir los productos estacionales (frutas y verduras), las alzas en los productos de góndola fueron significativas: 0,5 por ciento en la última semana de marzo y 1 por ciento en la primera de abril.
Informes previos de Página I12 ya habían anticipado fuertes aumentos en aceites (10%), pollo (14%), tomate (25%), galletitas (10%), café (8%) y carnes (6%), entre otros. Esta tensión de precios, se agudiza aún más en los comercios barriales, donde las subas son aún más pronunciadas, afectando directamente al 80 por ciento de la población que realiza sus compras en estos establecimientos y que, en general, pertenece a los sectores de menores ingresos.
Otras consultoras también reportan incrementos en el rubro alimenticio. Analytica, de Ricardo Delgado, registró una suba del 0,4 por ciento en Alimentos en el AMBA, acumulando un aumento del 3,4 por ciento en las últimas cuatro semanas. Por su parte, LCG mostró un incremento de Alimentos y Bebidas del 0,8 por ciento en la primera semana de abril, lo que refleja una aceleración respecto al mes anterior, con una inflación acumulada del 3,7 por ciento en el rubro durante el último mes.
Estas cifras anticipan un IPC general de marzo cercano al 3 por ciento y alejan la posibilidad de alcanzar el 2 por ciento esperado para abril, complicando aún más el panorama económico y la promesa de estabilidad del gobierno de Javier Milei.