Después de 18 años de incertidumbre, el crimen de Nora Dalmasso, ocurrido en 2006 en Río Cuarto, podría dar un giro clave. El Ministerio Público Fiscal anunció la identificación de un nuevo sospechoso gracias a una coincidencia en pruebas de ADN encontradas en el cuerpo de la víctima y en el cinturón de la bata con la que fue estrangulada.
Una posible clave para la verdad histórica
El fiscal Pablo Jávega, encargado del caso, brindará una conferencia de prensa este lunes a las 11 para informar sobre los avances en la investigación, que ahora se centra en la figura de este sospechoso. Sin embargo, el paso del tiempo presenta un desafío legal: solo si el identificado hubiera cometido otro delito en estos años podría evitarse la prescripción de la acción penal.
El descubrimiento fue posible tras un arduo trabajo interdisciplinario que involucró al Ministerio Público Fiscal, el Centro de Genética Forense del Poder Judicial de Córdoba y el National Center for Forensic Science de Estados Unidos. Estas instituciones colaboraron durante tres años para analizar las pruebas genéticas relacionadas con el caso.
El contexto del crimen
Nora Dalmasso fue encontrada sin vida el 26 de noviembre de 2006 en su domicilio del barrio cerrado Villa Golf, en Río Cuarto. La víctima, de 51 años, fue hallada por un vecino enviado por su madre, preocupada por la falta de contacto. Su cuerpo estaba tendido sobre la cama, cubierto solo por una bata cuyo cinturón fue usado como arma homicida.
El crimen generó un enorme revuelo mediático, exponiendo detalles de la vida privada de la víctima y su familia. Cuatro personas fueron imputadas en distintas etapas de la investigación: un supuesto amante, Rafael Magnasco; un pintor, Gastón Zárate; su hijo, Facundo Macarrón, y su marido, Marcelo Macarrón. Sin embargo, ninguna de las acusaciones prosperó por falta de pruebas.
La absolución de Macarrón y la continuidad de la investigación
En 2022, Marcelo Macarrón fue absuelto tras ser acusado de contratar a alguien para matar a su esposa. Aunque quedó libre de cargos, el caso continuó abierto con el foco puesto en las pruebas genéticas encontradas en el cinto de la bata.
Para la Justicia, antes de ser asesinada, Dalmasso habría mantenido relaciones sexuales "semi consentidas", lo que reforzó la hipótesis de que el ADN encontrado en la escena del crimen podría revelar la identidad del asesino.
Los desafíos legales y el futuro de la causa
A pesar de este avance, el fiscal Jávega advirtió que el tiempo transcurrido complica el proceso penal. Si el sospechoso no ha cometido otros delitos desde el crimen, la acción penal podría estar prescripta, impidiendo un juicio.
“No obstante, esta nueva información permite avanzar hacia la verdad histórica”, declaró el fiscal, quien destacó la importancia de ofrecer una respuesta a la familia y a la sociedad.
La abogada de los Macarrón, Mariángeles Mussolini, también reflexionó sobre el impacto de estos hallazgos:
“Aunque no haya una condena penal, conocer la identidad del asesino sería una reparación parcial para la familia y para la sociedad que busca respuestas”.
Un caso que marcó a Río Cuarto
El asesinato de Nora Dalmasso trascendió por su crueldad y por las múltiples hipótesis generadas en torno a él. Este reciente avance, aunque insuficiente para garantizar justicia plena, podría cerrar una etapa de incertidumbre y ofrecer una visión más clara de lo ocurrido aquella trágica noche de noviembre.
