En un hecho escalofriante ocurrido el 29 de diciembre en Fontana, provincia de Chaco, un oficial del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) disparó a su cuñado luego de descubrir que mantenía una relación con su esposa. El ataque dejó al damnificado, Marcelo Alegre, gravemente herido, y a raíz de la seriedad de la lesión sufrida, los médicos se vieron obligados a amputarle una pierna.
El episodio tuvo lugar después de que Alegre organizara un partido de fútbol con amigos para despedir el año. Tras la actividad deportiva, el grupo se reunió para un brindis, momento en el que apareció el cabo primero Adrián Cabral. La situación se tensó rápidamente cuando Cabral acusó a Alegre de ser el amante de su esposa, lo que derivó en una discusión entre ambos. Tras un breve altercado, Cabral sacó una pistola calibre 9 milímetros y disparó a su cuñado en la pierna izquierda, dejándolo tendido en el suelo.
Por su parte, Cabral, tras el ataque, se presentó a trabajar como si nada hubiera ocurrido en el Complejo Penitenciario 1 de Villa Barberán. Sin embargo, con el avance de la investigación, fue detenido en su lugar de trabajo. Los investigadores también descubrieron que el arma utilizada en el ataque no era la reglamentaria, por lo que se investiga si Cabral tenía la autorización para usarla.
El fiscal Francisco De Obaldía Eyseric acusó a Cabral de lesiones graves, pero le otorgó la libertad con una caución real de $1.000.000. Sin embargo, dado el agravamiento de la situación médica de Alegre, su abogado, Ítalo Suligoy, ha adelantado que se opondrá al pago de la caución, exigiendo que la acusación sea modificada y que la libertad del policía no se mantenga.
Alegre, además de haber sufrido una amputación, tiene otras secuelas derivadas de esta tragedia, y la situación judicial de Cabral se complica aún más al conocerse que el agresor tenía antecedentes por violencia de género y problemas asociados al consumo de drogas.