“Cada día que pasa es una eternidad. Solo quiero abrazarlos otra vez”, expresó entre lágrimas Silvia Cuneo, madre de David y Ariel Cuneo, dos hermanos argentinos que permanecen secuestrados en la Franja de Gaza desde hace casi 600 días, tras haber sido capturados por el grupo extremista Hamas en medio del conflicto armado que estalló en octubre de 2023.
La mujer, radicada en Israel desde hace años, volvió a alzar su voz públicamente en un desesperado pedido por la liberación de sus hijos, quienes fueron tomados como rehenes mientras vivían en el kibutz Nir Oz, una de las comunidades más afectadas por el ataque masivo lanzado desde Gaza en los primeros días de la guerra.
En una emotiva declaración brindada a medios internacionales, Silvia describió la angustia que vive desde entonces: “Me despierto todos los días pensando si mis hijos están vivos, si tienen comida, si los tratan con humanidad. Es insoportable vivir así”. Sus palabras resonaron profundamente entre familiares de otros rehenes y organizaciones de derechos humanos que reclaman una solución humanitaria urgente.
Casi 600 días de cautiverio
Desde aquel fatídico 7 de octubre de 2023, David y Ariel —de 34 y 26 años respectivamente— no han dado señales públicas de vida. Aunque versiones sin confirmar indican que podrían encontrarse en túneles subterráneos controlados por Hamas, el hermetismo del grupo y las dificultades diplomáticas para acceder a la zona han obstaculizado cualquier intento de rescate o negociación.
Los hermanos Iair y Eitan Horn también fueron secuestrados cuando comenzó el ataque y sonaron las alarmas, se metieron en un cuarto de seguridad en su casa. Los dos fueron liberados este año.
Otros dos hermanos que nacieron en Israel, pero cuyos padres son argentinos están cautivos. Son Ariel y David Cúneo. El primero fue llevado con su novia y alcanzó a escribirle a otro hermano. A David lo raptaron con su esposa y sus dos hijas mellizas, que integraron el primer grupo de rehenes liberados en noviembre de 2023 a cambio de prisioneros palestinos.
La palabra de su madre: