
Una mujer identificada como Mayra Coronel aún no puede creer lo que vivió durante un brutal episodio sucedido en Bahía Blanca.
Mientras viajaba en el colectivo de la línea 518 por la mencionada ciudad bonaerense, un grupo de jóvenes la atacó golpeándola con un caño en la cabeza, dejándola con fractura de cráneo y la nariz fisurada. El terrible hecho frente a su hijo de 6 años y su nieto de 7, quienes la vieron ensangrentada.
Todo comenzó con una decisión familiar: no invitar a estas jóvenes a la fiesta de 15 de su hija. Desde entonces, Coronel había realizado entre 8 y 9 denuncias por amenazas, sin que la Justicia tomara medidas. "¿Esperan que me apuñalen o me baleen la casa?", cuestionó con impotencia.
El ataque en el transporte público fue la gota que colmó el vaso. A pesar de la gravedad de sus lesiones, la causa fue caratulada como "lesiones leves", algo que la víctima no puede entender. "Me rompieron la cabeza con un caño", insistió.
Coronel, conocida en su barrio por vender rosquitas en la calle, asegura no tener problemas con nadie. Hoy solo pide que la Justicia actúe para evitar que la situación escale a algo peor.