La Federación Internacional Felina se sumó a las sanciones contra Rusia y decidió que ningún gato criado en Rusia puede ser importado y registrado en los libros de pedigrí FIFe fuera del territorio en cuestión.
Esto quiere decir que los gatos con ese origen no participarán de ninguna de sus ferias.
Las restricciones estarán vigentes hasta el 31 de mayo y "se revisarán cuando sea necesario".