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Especiales #CreerOReventar

"Esa cosa rondaba los pasillos, me tuve que esconder y rezar": aterradora anécdota de un guardia

Un hombre que trabaja como guardia contó en redes las estremecedoras experiencias que vivió en uno de sus trabajos nocturnos. "Esas visitas me cambiaron para siempre", dice.

Un guardia de seguridad oriundo de Tucumán difundió a través de las redes las particulares y escalofriantes vivencias en uno de sus trabajos nocturnos en una bodega.

 

"Desde hace mucho tiempo trabajé de guardia en diferentes tipos de lugares, empresas grandes, locales, pequeñas, viviendas particulares. Mis horarios eran rotativos así que trabajaba tanto de día como de noche, no era problema para mí", comienza.

 

"En este tipo de trabajo se experimentan muchas cosas extrañas, más en horas de la noche y en lugares solos, y así es como me pasó la experiencia que voy a compartir. Tenía semanas trabajando en una bodega grande durante el día pero la segunda semana me cambiaron de turno y tuve que trabajar de noche", continúa.

 

"La primera noche todo fue bien, pero en la tercera jornada empecé a tener un presentimiento que me pareció extraño, ya que desde las diez de la noche era muy raro sentir la presencia de alguien. Cierta noche tipo dos de la mañana comencé a registrar en la cámara de seguridad la figura de un hombre dando vueltas a lo lejos y que caminaba por un pasillo hasta entrar a un sector conocido como el almacén", detalla.

 

"Me acuerdo bien que nunca antes lo había visto, además, me parecía muy extraño que circule por allí, así que tuve más remedio que ir a ver quién era. Lógicamente no lo pude encontrar, estaba yo completamente solo y lo más extraño todavía es que yo terminaría mi turno y aquel hombre no salía del almacén. Así pasaron unos días, pero la duda y curiosidad me llevaron a ir con el jefe de guardias de aquel lugar y preguntarle por aquel hombre que entraba a altas horas de la madrugada al almacén y en todo mi turno no volvía a salir", relata.

 

"Mi jefe, al escuchar lo que yo le decía, se quedó serio y en un momento pude ver sus ojos humedeciéndose con lágrimas, y después de un buen momento de un profundo silencio entre los dos me dijo que aquel hombre era un gran amigo de él pero que hacía cinco años había fallecido de un paro cardíaco. Me dijo que ya había escuchado a varias personas decir que lo habían visto, pero que no lo había creído. No obstante, con mi testimonio era claro que era cierto, a mí me asombró mucho aquella visita", subraya.

 

"Duré tres semanas más trabajando en ese lugar y siempre que llegaban las dos de la mañana no niego que los nervios me invadían al pensar que aquel hombre diera la vuelta y caminara hacia ese sector donde vivió sus últimos momentos de vida", finaliza.

Paranormal
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