Cada 21 de noviembre, Argentina celebra el Día Nacional de la Enfermería, una jornada dedicada a reconocer el esfuerzo y la dedicación de quienes desempeñan un rol fundamental en el sistema de salud. La fecha fue establecida por el Ministerio de Salud de la Nación en honor a la fundación de la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicos de Enfermería, el primer organismo que agrupó a los profesionales del área en el país. Además, coincide con la festividad de Nuestra Señora de los Remedios, considerada la patrona de esta profesión.
Un pilar histórico en el cuidado de la salud
La enfermería es una de las profesiones más antiguas de la humanidad, presente en distintos momentos y culturas bajo roles como nodrizas, parteras y monjas. Aunque su institucionalización llegó más tarde, el cuidado de los enfermos y vulnerables siempre ha sido esencial para el bienestar de las comunidades.
En el ámbito global, el 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería en homenaje a Florence Nightingale, pionera de la enfermería moderna, quien estableció principios fundamentales para el desarrollo de esta disciplina durante el siglo XIX.
El surgimiento de la enfermería en Argentina
En el país, los inicios de la formación profesional en enfermería se remontan a 1939, cuando la Universidad Nacional del Litoral, en Rosario, fundó la primera Escuela de Nurses. Este esfuerzo fue replicado en 1952 por la Universidad Nacional de Tucumán, que inauguró su propia Escuela de Enfermería, consolidando la educación formal de esta disciplina.
La carrera de enfermería en Argentina se divide en tres niveles:
Licenciados: Requieren cuatro años de formación universitaria y representan el nivel más alto.
Técnicos: Implican un título terciario con tres años de duración.
Auxiliares: Incluyen un año de formación y trabajan bajo supervisión de otros enfermeros.
Un trabajo más allá de lo técnico
El rol de los enfermeros no se limita al cuidado físico. Su labor abarca también el apoyo emocional, el acompañamiento y la conexión humana con los pacientes. Como señala la historia, esta profesión adquirió mayor visibilidad y relevancia después de las dos guerras mundiales, cuando también se integró la participación masculina en el ámbito de la enfermería.
“El trabajo de los enfermeros va más allá de la atención médica. Es un puente entre la ciencia, el cuidado y la humanidad, ofreciendo una mano amiga en los momentos más difíciles”, destacan expertos en la disciplina.
El Día Nacional de la Enfermería es una oportunidad para valorar el esfuerzo y dedicación de estos profesionales, cuya vocación impacta directamente en la salud y el bienestar de millones de personas. Conmemorarlos no solo es un acto de gratitud, sino un llamado a seguir fortaleciendo esta área crucial para el desarrollo de una sociedad más saludable y humana.