Juana Azurduy nació el 12 de julio de 1780 en Toroca, (actual Bolivia). Fue hija de Eulalia Bermúdez, mestiza y de Matías Azurduy, un hacendado de buena posición económica. Ella hablaba castellano, quechua y aymara.
En 1805, se casó con Manuel Ascencio Padilla, un estudiante de derecho. Tuvieron 5 hijos: Manuel, Mariano, Juliana, Mercedes y Luisa. El matrimonio apoyó a la Revolución de Mayo. Prestaron sus haciendas para cobijar a las tropas de la “Primera expedición auxiliadora del Alto Perú” en la que Padilla se incorporó como suboficial. En el repliegue de la Batalla de Huaqui, los realistas tomaron prisionera a Azurduy y a sus hijos. Padilla junto con otros soldados los liberaron. A raíz de ello, Juana decidió participar activamente en los combates.
Formó parte en 1813 de la “Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú”, al mando de Manuel Belgrano, con quien el matrimonio entabla una gran relación. Juana organizó una numerosa tropa compuesta por indígenas y mestizos.
En 1814, tras la derrota en Pomabamba, debió refugiarse en el Valle de Segura. Allí, sus hijos Mercedes, Juliana, Manuel y Mariano enfermaron de fiebre palúdica y disentería y murieron. Ella siguió peleando, incluso embarazada de su quinta hija, Luisa.
Su célebre actuación en la batalla de Villar en 1816 motivó que Belgrano solicitara se la condecore. Meses después Juana sufrió una herida en la batalla de La Laguna, y al intentar rescatarla, su esposo fue asesinado. Martín de Güemes refugió a Juana en Salta.
En 2007, Argentina declaró el 12 de julio como el "Día de las Heroínas y Mártires de la Independencia de América", en conmemoración del nacimiento de la teniente coronel Juana Azurduy de Padilla. Y en el 2009 se le confirió el grado de “Generala” del Ejército Argentino.
Juana Azurduy, capitana y amazona de la libertad, pionera en la lucha por la independencia y ejemplo de coraje.