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Especiales Pbro. Mario Ramón Tenti, rector del santuario de Villa Silípica

Mama Antula, una mujer de Fe

Un perfilado humano e histórico de la primera santa Argentina.

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Pbro. Mario Ramón Tenti.

En la “positio” (informe sobre las virtudes y santidad de Mama Antula que derivaron en su beatificación) hablando de la fe en María Antonia leemos: “Para la sierva de Dios, María Antonia de San José, la virtud de la fe no fue solo la adhesión perfecta a todas las verdades transmitidas por la Iglesia sino una realidad profundamente sentida y vivida con coherencia permanente”; “Esta fe la ha llevado a vivir en grado heroico el misterio de la cruz y a enseñarlo a vivir a quiénes encontraba en el camino de la vida”.

Mama Antula fue ante todo una “enamorada de Jesús”, quién la llamó a la vida de la fe, la eligió para que sea su discípula y la consagró como Apóstol para dar testimonio de su presencia en ese tiempo. El “Manuelito”, ocupaba el centro de la vida de Mama Antula. Su anhelo, “quisiera andar hasta donde Dios no es conocido para hacerle conocer” expresa claramente la profundidad de su fe y su compromiso apostólico.

 

Destaco tres aspectos que ponen de manifiesto la “fe heroica” de Antula: su capacidad de discernimiento, la confianza en la “Providencia” y el celo apostólico.

Discernimiento de la voluntad de Dios: Discernir no es otra cosa que tomar buenas decisiones frente a determinadas situaciones de la vida. Esta era una habilidad de San Ignacio de Loyola y de aquellos que siguen la espiritualidad ignaciana. Discernir para un creyente supone la escucha de Dios, el diálogo sincero con él y la disponibilidad para cumplir su voluntad. Todos los pasos que dio Mama Antula en su vida estuvieron animados y encaminados por la voluntad de Dios.

Muchas veces escucha el consejo de sus superiores, como del Obispo y Virrey, de sus consejeros, confesores, sacerdotes amigos y sus compañeras de andadura, pero siempre la decisión que toma está en sintonía con la voluntad de Dios: hace lo que Dios quiere. Se pregunta siempre cuál es la voluntad de Dios y obra en consecuencia.: “¿quién puede penetrar las cosas de mi Manuelito Jesús? Aunque sea en los montes más escabrosos, en los desiertos más rígidos, si a Él se le pone, ahí he de ir yo, y todo ha de sobrar... Como estemos atentos, es muy letrado, y se da a entender cuándo y cómo debemos obrar; que siendo conforme a su Divina Ley, todo se ha de hacer sin desorden, ni confusión nuestra”.

 

Confianza en la providencia: confiar en la providencia de Dios es una actitud propia de los santos, de aquellos que han consagrado su vida a Dios y viven en su presencia de manera viva y permanente. Confiar en su amor providente, significa creer con todo el corazón que Dios es bueno y quiere la felicidad y la salvación de sus hijos y por eso, el creyente le consagra su vida porque quiere tener el mismo sentir y actuar de Dios.

 

En la carta que Mama Antula le escribe a Ambrosio Funes con fecha del 28 de noviembre de 1780, refiriéndose a su tarea apostólica dirá: “mis asuntos todos los dirige y facilita la Divina Providencia”. En carta al Padre Juárez, con fecha del 7 de agosto de 1780, manifiesta: “Se me proponen varios impedimentos: el mundo está un poco alterado; los superiores no muy flexibles; los vecinos vacilando sobre mi misión; otros la reputan de fatua; en suma, cooperaron a ello rumores frívolos; empero, la providencia del Señor hará llanos los caminos, que a primera vista parecen insuperables. Todo lo puedo en el que me conforta”.

 

Celo apostólico: Mama Antula solía decir: “Oh mi Dios, y quien os viera ya amado de todas tus criaturas tanto cuanto mereces ser amado”. Esa y no otra era su misión, que Dios sea amado porque estaba convencida que el amor de Dios era capaz de cambiar el corazón del ser humano y transformar la vida de la sociedad. Los Ejercicios Espirituales y demás acciones apostólicas que realiza nacen de este principio que animan toda su existencia. Por eso, no sabía de cansancio y enfermedad y a pesar de las múltiples contrariedades que padeció seguía siendo la intérprete y anunciadora de la Buena Noticia de Dios en su tiempo.

Mama Antula Canonización
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