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Especiales Anécdotas de Cintia Suárez

Mama Antula, una santa argentina para este momento difícil del mundo

Es autora del libro “Mama Antula, la mujer más rebelde de su tiempo” y comparte una increíble historia con nuestros lectores.

Agrandar imagen La autora del libro.
La autora del libro.

Cintia Suárez, autora del libro “Mama Antula, la mujer más rebelde de su tiempo”, comparte increíbles historias.

En este sentido, la riquísima anécdota de Mama Antula por Cintia Suárez y exclusiva para Nuevo Diario se titula “Mama Antula para este momento difícil del mundo” y la misma expresa:

 

“Son estos momentos de crisis, de angustia, incertidumbre los mejores para aprender de quienes han enfrentado con éxito casos difíciles en el pasado. En Santiago del Estero tenemos un claro ejemplo y testimonio de superación de adversidades: Mama Antula.

Si bien la vida entera de Mama Antula está llena de anécdotas y de resolución de dilemas, hay un hecho acaecido en la Santa Casa de Ejercicios Espirituales de Buenos Aires, que en ese entonces dejó a todos boquiabiertos.

 

Era un día de abril de 1795, apenas se había inaugurado la casa había comenzado a funcionar, aunque la obra de construcción continuaba. Unos obreros trasladaban las vigas de ñandubay a los techos. Otros trabajaban sobre un andamio, en el frontón de la casa. Ese era un día trascendental, se colocaba el símbolo de Cristo en la casa: la Cruz.

 

El albañil con más experiencia llegó a unos ocho metros de altura y, justo cuando estaba por fijar la Cruz, se desmayó y cayó al piso como un cuerpo muerto. El golpe se escuchó en toda la casa y todos corrieron asustados al patio. El hombre parecía sin vida.

Rápidamente, corrieron a avisarle a Mama Antula sobre el grave accidente. Ella, convencida, dijo: ‘No puede ser, no ha de haber muerto, porque en la Cruz está la salud y la vida’.

 

A solas, Mama Antula empezó a rezar. Después de unos minutos, los obreros regresaron para informarle que el albañil había fallecido. Inmediatamente, Mama Antula salió al patio donde estaba el hombre, le sostuvo la mano y dijo: ‘Levántese, hijo, que no es nada lo que tiene’, al oír esas palabras el obrero volvió a la vida. Se puso de pie. La incredulidad y el asombro se veían en la cara de todos los presentes. Finalmente, el hombre volvió a subir al andamio y coronó con la Cruz la Santa Casa de Ejercicios Espirituales.

 

Esta anécdota deja ver claramente la actitud que tenía Mama Antula ante las situaciones difíciles: ella escuchó la noticia, se mantuvo calma, desde esa calma pudo acudir a su fe y rezó. Cuando tuvo que salir de su habitación fue hacia el hombre que yacía muerto y convencida de que en la Cruz está la salud y la vida lo alentó a que se levantara y así el obrero recuperó la vida. La fe y la oración son los pilares fundamentales para que salgamos de esta situación que nos sobrepasa a la humanidad en todo el mundo.

Quedémonos con una frase que Mama Antula siempre decía: ‘El Señor hará llanos los caminos que a primera vista parecen insuperables’”.

Mama Antula Canonización
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