Se descubrió un planeta que no debería existir, a través de la misión de búsqueda de exoplanetas de la NASA. Esta noticia conmocionó a la comunidad científica y plasmó un nuevo misterio a resolver. El hallazgo fue realizado por un equipo internacional de científicos dirigidos por el astrónomo Marc Hon, de la Universidad de Hawái.
La investigación indicó que se trata del planeta 8 Ursae Minoris B. Lo que desorienta a los investigadores es que el planeta orbita a 530 años luz de distancia de una estrella que está en sus últimos periodos de vida. Los científicos afirman que: “la estrella habría engullido y destrozado cualquier planeta que orbitara cerca de ella”. Pero a pesar de ello, el cuerpo celeste mantiene una orbita estable, con un recorrido casi circular.
NASA: las teorías sobre el planeta que creían destruido
El descubrimiento del planeta 8 Ursae Minoris B sorprendió a cada investigador y aficionado a la astronomía porque su existencia sería imposible bajo los conocimientos que la humanidad tenía. Esta contradicción permitió saber que la destrucción de los planetas es más compleja e impredecible de lo que se pensaba, lo que marcó un nuevo inicio para desarrollar nuestro conocimiento.
Una de las teorías más elaboradas es que el planeta se salvó porque alguna vez orbitó entre dos estrellas que se encontraban en diferentes etapas de su vida. Una era una gigante roja, que quemaba hidrógeno hasta que se calentó tanto que su núcleo de helio se encendió y comenzó encogerse. La otra era una estrella más vieja, una enana blanca que quemaba helio. Los embestidores teorizan que la estrella gigante roja se formó cuando la estrella más joven absorbió a la otra.