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El antes y después de Megan Fox: mirá cómo era antes de las cirugías

Megan Fox posee una de las bellezas más aclamadas de Hollywood, pero... ¿realmente es hermosa o son solo cirugías?

Megan Fox es considerada de las estrellas hollywoodenses más bellas que existen. Siendo modelo de las mejores marcas y de los diseñadores más prestigiosos del mundo de la moda, su belleza ha cobrado un valor muy alto. Sin embargo, es de común conocimiento que ha invertido en diferentes cirugías estéticas para cambiar su imagen corporal. A continuación te lo mostramos.

 

A lo largo de sus 35 años de edad, Megan ha invertido un gran dineral en modificar su imagen corporal, particularmente su rostro. Si bien de joven era muy hermosa, la actriz, desde hace ya un tiempo, tomó la decisión de cambiar su aspecto.

 

A lo largo de los años y en diferentes entrevistas, Megan ha negado haber tenido ciertas cirugías estéticas, es el caso de cuando le preguntaron en una sesión con la revista Allure si había inyectado botox en sus labios, a lo que la actriz respondió “Diré a las personas que cuestionan la autenticidad de mis labios, se puede ver claramente que mis labios son mis labios” pero ni la prensa ni el público creyó del todo su declaración.

 

Fue en el año 2007, donde el público comenzó a ver cambios en la joven, quien al parecer había decidido realizarse una rinoplastia, haciendo que su nariz pasase a tener una forma más delgada y en punta.

 

 

Ante la pregunta de muchos por su paso del tiempo tan perfecto, ya que daría la sensación de que su belleza es proporcional a los años que va cumpliendo, Megan aseguró que su fórmula es realizar un constante mantenimiento facial, con exfoliaciones y cuidados pertinentes para su tipo de piel.

 

Sin embargo, estas afirmaciones prontamente fue desmentida por expertos, quienes explicaban que tratamientos faciales de ese estilo no alcanzan para tales resultados, y aseguraban que Megan se ha realizado diferentes cirugías estéticas entre las cuales se encuentran inyecciones de botox para elevar su cejas y relleno en sus pómulos.

 

 

Si bien la actriz no suele hablar de sus cirugías estéticas, en diferentes entrevistas ha declarado que durante su juventud sufrió de complejos con respecto a su imagen corporal, debido a cicatrices y marcas de acné. Un ejemplo de ello, fue cuando contó que en la escena del beso junto a Amanda Seyfried en “Diabólica tentación” se sentía realmente acomplejada.

 

“Recuerdo que las dos estábamos estresadas porque teníamos acné en la barbilla y habría un micro primer plano de nosotras besándonos. [Recuerdo haber pensado] ¡Tienen que pintar eso!” expresó Megan.

 

Fuente: Vía País

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