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Espectáculo #Natalicio

Personajes de Santiago: "Coo El Guarachero" cumple 52 años

El popular cantor se gana la vida actuando en las calles de la "Madre de Ciudades", acompañado de su güiro, y es sumamente querido por todos. Aquí hacemos un repaso por su historia.

"Coo, El Guarachero" cumple este domingo 52 años de vida. Omar Emilio Antonio, tal es su verdadero nombre, nació el 3 de septimebre de 1971.

 

 

 

El popular personaje, cantor guarachero de alma y profesión, se gana la vida actuando en las calles de la "Madre de Ciudades", donde a diario, decenas de personas le piden que les entone alguna guaracha, de esas que a la perfección interpreta acompañándose solo con su güiro.

 

 

Para recordarlo y conocerlo más en profundidad, compartimo este texto tomado del Libro Inédito 'Biografías de Folcloristas Santiagueños' de Omar 'Sapo' Estanciero:

 

"Su verdadero nombre es Omar Emilio Antonio, personaje que recorre las calles de Santiago acompañado de un güiro, instrumento de percusión latino, con que deleita a los peatones en las plazas, peatonales y bares, los cuales agradecen con dinero. El apelativo "Coó, el guarachero" es precisamente porque interpreta "la guaracha santiagueña" y al concluir grita: "coó, cuácuá" y de esa expresión tan particular, la población pasó a denominarlo así, pero resulta que de chico imitaba las aves y decía: "coó,cuá cuá", reproduciendo sus cantos al internarse al monte al lado de su querido abuelo y, al fallecer éste, comenzó a vagar por las calles buscándolo.

 

 

Nació el 3 de septiembre de 1971 en el Pasaje Araujo del Barrio 8 de Abril y luego, al enviudar su madre, se fueron a vivir en el Barrio La Católica, en la extrema pobreza.

Se escapó en varias ocasiones de su casa para deambular por la ciudad y, en 1998, se subió al tren Estrella del Norte a cantar y sin darse cuenta, lo depositó en Buenos Aires, preocupando a toda la familia, hasta que un día, custodiado por policías federales, lo trajeron en avión y lo devolvieron a su familia que lo esperaban expectantes: su madre y su hermana Miriam.

Esta travesura, también se repitió en otras ciudades como en Córdoba y Tucumán.

Huérfano de padre (murió cuando tenía 1 año), se crió al lado de su abuelo, quien lo cuidaba con mucho celo y con un tratamiento especial, pues había contraído meningitis, lo que le provocó un retroceso madurativo y poco comunicativo con la familia.

Su infancia pasó en las calles casi todo el día, volvía a su casa, se bañaba y retornaba a la rúa, preocupando a la familia por su paradero, quienes salían a buscarlo.

En 1986, lo invitaron a integrar una murga del barrio y lo incitaron a cantar. Debuta en El Palomar con el tema 'Bailarín guarachero" del grupo Primavera.

Omarcito, tiene estudio primario pero, ya adolescente, desertó y, entre los 15 y 16 años, se dedicó de lleno a cantar y lo descubre el cantante dominicano Jean Carlos, radicado en Córdoba, que mientras cantaba se acompañaba en ritmo con un cuerno de vaca con limaduras, frotado por un rayo de bicicleta, hasta que su hermana Miriam le compró un güiro profesional.

El 14 de noviembre de 2015, subió como músico sorpresa al escenario del Teatro 25 de Mayo al finalizar el Tercer Festival Internacional de Jazz en Santiago, provocando una ovación y haciendo bailar al público presente.

En agosto de 2018, se presentó en el programa televisivo "Peligro sin codificar" conducido por Diego Korol e impactando al público presente con su simpática entonación de guarachas; posteriormente, el humorista "Pichu" Straneo, del elenco del programa, se atavió a imágen y semejanza, portando también un güiro y cantando a dúo, provocando la ovación del público.

Omar, tocó con Piñón Fijo, Peteco, Jorge Véliz, Retúmbale, entre otros y recibió una plaqueta en reconocimiento por parte de la Municipalidad de Frías.

El gobernador Gerardo Zamora, le hizo entrega de una casa de las 14 viviendas del Programa Emergencia Habitacional para personas en situación de vulnerabilidad y, al recibirla, le agradeció entonando una serie de guarachas. Después que murió su madre, se llamó al silencio por mucho tiempo hasta que recuperó sus energías y resignación, se tiñó el cabello de dorado y retornó el camino de recorrer las calles de Santiago. El microcentro santiagueño, sin la presencia de "Coó", no es el mismo, porque agradece la colaboración que le acercan y con los aplausos le sobran pues, nunca tuvo agresividad con ninguno. Hoy es muy buscado para ciertas propagandas comerciales y es invitado a fiestas particulares por su fascinante estilo".

Cumpleaños
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